Me llamo Laura.
Vivo del mundo del teatro, en la casa de cultura de un pueblecito a las afueras de Zamora
Mi vida no ha sido ni mejor ni peor que la de otra gente, familia, hermanos... amigos.. estudios y un trabajo que afortunadamente y a pesar de la crisis me sigue dando de comer.
Tenía un marido, Luis, al que adoraba tras muchos años juntos y algún amante que otro, que me volvían loca y me llevaban al cielo cuando lo necesitaba. Me consideraba una mujer feliz, llena, satisfecha... más o menos en mi mundo vainilla.
Hasta que apareció mi Amo en escena. Y todo mi mundo se volvió del revés. Él fue quien me nombró Arween, quien me instruye, quien me adiestra y es gracias a él que voy entrando poco a poco dentro del mundo BDSM.
Empezamos como una pareja normal. un rollo en un pasillo, como quien dice, mi Amo es el jefe de seguridad del centro. Una noche que olvidé apagar el equipo me colé por la entrada de emergencia pensando que si lo hacía rápido no se enteraría nadie... error.
Apareció como una exhalación, pensando que sería cualquier chaval de la calle.
-EEEH!!!! QUIÉN ANDA!!!!???
-Mierda tío, soy yo!
- Joder Laura, qué susto me has dado... No puedes entrar así.
- Lo siento mucho, no quise alarmarte.
Mi carita de cordero degollado parece que no le debió convencer demasiado...
- Ven aquí- Me dijo muy serio.
Tragué saliva... se habrá enfadado de verdad? Subí despacio las escaleras que daban a la entrada donde él se encontraba y me puse delante.
-Lo siento mucho de verdad no quer...
No me dejó terminar la frase, me tapó la boca con una mano mientras con la otra sujetaba la porra. De golpe el corazón se me aceleró.
- Me has asustado. Pensaba que entraban a robar... venía con ganas de machacar a alguien.
No podía hablar. tenía un nudo en el estómago. Lo tenía muy cerca y podía oler su colonia.. joder que bien olía. Acercó su boca a mí y me besó despacio. Jodeeer!
- Que no vuelva a suceder... me oíste?
Asentí despacio... con la poca voz que conseguí sacar dije...
- Cr..creo que olvidé apagar el equipo.
- Ve, y no te demores, tengo que hacer la ronda.
Salí pitando al cuadro de luces, apagué todo y volví, él seguía allí. Parado, serio, esperando.
- Ya t...terminé. Perdón- Me acerqué a él. Esta vez fui yo la que le besó. Suave también. Le puse mi cara de niña mala... y me fui.
Ya en la calle me paré cuando perdí de vista el edificio... qué coño había ocurrido ahí dentro? Estaba con el corazón a mil y húmeda como una perra en celo. Me había intimidado, Me había besado! Me sentí... no se, confundida. No asimilaba bien las sensaciones. El nudo en el estómago no terminaba de irse y sentí unas ganas locas de volver a colarme para provocarle de nuevo.
Al día siguiente volvimos a coincidir. No siempre ocurría, tenemos turnos diferentes dependiendo del trabajo que haya. En un momento de la tarde en que me pude escapar para echar el café pasé por su puesto.
- Dame tu móvil- le suelto nada mas entrar por la puerta, le presento la mano y le hago un gesto de impaciencia- Me lo das?
Se quedó dudando un segundo, lo desbloqueó y me lo entregó. Marqué mi numero de teléfono y me llamé, cuando mi móvil empezó a sonar colgué y se lo volví a entregar y sin apenas mirarle me fui.
-Una vez en la cafetería guardé su número de teléfono en la agenda y activé el chat.
* Hola
- Hola
* Jeje... ya eres mío 👹
- Jajajajaja!
Esa noche tras la recogida del espectáculo quedamos en mi despacho una vez que él cerrase todas las puertas.
Entró, cerró la puerta y nos fundimos como locos en un beso... dios que rico cómo besa el cabrón... nos desnudamos el uno al otro con ansia mientras nos manoseábamos y nos mordíamos la boca.
De pronto me dice en pleno éxtasis:
- Hazme lo que quieras
- Cómo? Lo que yo quiera??
- Si, hazme lo que te de la gana...
No lo pensé dos veces... saqué mi vena provocadora... le sonreí con malicia y le solté un guantazo en toda la cara.
Flipó. Se quedó con los ojos super abiertos. Reaccionó tras un par de segundos y me lo devolvió más fuerte. Auuu! mierda! Cabrón!!!
No podía dejarlo así... volví a abofetearle.
Se me quedó mirando muy enfadado.. mientras le escuchaba respirar fuerte... nos estábamos midiendo... yo estaba a mil. Tu turno, colega.
Me agarró fuerte del pelo y sin que me diese tiempo a reaccionar me empujó al suelo. Perdí el equilibrio y caí de rodillas, sin soltarme me llevó la cara a su polla, abrí la boca y me la metió hasta la garganta, el seguía tirando fuerte de mi pelo... me dolía, aunque no quería que me soltase.
- Te gusta esto, puta? Pues esto tendrás-
No podía estar más excitada, me comía aquel trozo de carne como si fuese mi postre favorito... me lo empujaba al fondo de la garganta hasta que no podía respirar, una arcada... dos... le golpeo la pierna nerviosa... no puedo respirar... y me suelta. Aaahhhh !!!!! cojo aire lo suficientemente rápido porque me vuelve a clavar su polla con todas sus fuerzas... yo voy con la lengua frotando la base de la polla, jugando entre embestida y embestida, rodeando... succionando y mirándole a los ojos con mi cara de puta perra en celo. Le gusta... bieeen, voy a hacer que se corra como en su vida!
- Córrete en mi boca, por favor, dije entre jadeos, babas y lágrimas.
Siguió embistiendo mi garganta varias veces hasta que me descargó todo dentro, yo intentaba tragar mientras su polla seguía entando y saliendo... tras unas cuantas embestidas noto que va relajando poco a poco el ritmo hasta que para y me suelta el pelo... guau!
- Hija de puta, que bien la chupas...
- Gracias- contesté con mi mejor cara de perra que pude- cuando quieras... soy toda tuya.
- Bien...
Nos vestimos y subimos a la puerta.
- Tengo que hacer la ronda, tienes que marcharte ya.
- Claro! me voy. La próxima semana tengo turno de mañana, así que... ya nos veremos.
- Vale, a casa eh? Directa y sin torcerse...
- Jajajaja! ya veremos, chao!. Le dí un beso y me fui.
