Sesión, control del dolor, cuerda



Llevo días con el run run en la cabeza… Amo dice que soy muy blandita. Yo siempre me imaginé que Amo me golpeaba con fuerza… pues parece ser que no.

* Mira Amo… este gif me pone cachondísima.



- Jajajajaja!!! Mola, pero tú eres muy suavecita. Si te doy como ese sales corriendo por el escenario.

* Ala...! De verdad?? Jo, pues me esforzaré, la verdad es que no se cómo golpeas, no te he visto nunca.

- Jajajaja! Bien.

* Pero al menos has ido aumentando? O sigo igual que antes…

- No, mujer, he aumentado. Sobre todo ésta última vez. Los puntitos rojos que dices que tenías encima de los moratones fueron con la suela, iba alternando suela y pala. 
Tú quieres que te dé así, zorra?

* Me pone mucho verlo, Señor. Claro que quisiera... Pero si dices que soy tan blandita…

- Sabes? Los persas tenían un regimiento de 10.000 hombres que se hacían llamar los Inmortales.

* Si.

- Hasta que los espartanos pusieron a prueba su nombre.

* Y con eso quieres decir…

- Que vamos a poner tu culo a prueba, a ver si es blando o inmortal.

* Amo, yo quiero ser inmortal. Quiero que te agotes de darme. Que te descargues en condiciones.

- Pues nada, mañana lo veremos.

Por cierto, te recuerdo que aún no te has follado a una tía.

* No, Amo, no me da morbo si no es contigo.

- Pues tienes nueva instrucción. Busca otra sumisa para una sesión conjunta.

* Si, Amo.

(jodeeer… trago saliva, me encantaría. En fin, ya veré si puedo satisfacerlo)

Pasé esa noche tensa y bastante excitada, aunque dormí bien. Al día siguiente decidí no masturbarme a la mañana, como hago cada día, quería seguir caliente para mi Amo. Me duché, me depilé y me puse con su cena. Le hice Arroz con pollo. Me sale muy rico, lo hago con todo el amor del mundo, bueno, no se cocinar de otra forma. Menos aún para Amo... (Recordatorio: Hacer un apartado de cenas de Amo), cocinar con el collar de perra hace que me centre aún más en lo que hago, por qué y para quién lo hago.

Ese día fue tranquilo en el curro. Función nueva, todo normal. A la hora convenida Amo me manda un mensaje:

- Ve buscando todas las herramientas necesarias para tu satisfacción.

* Si, mi Amo. Aunque, sinceramente, contigo tengo más que de sobra.

- Pues entonces trae todo lo que tengas.

* Si, mi Señor.

Me voy a mi armarito y lo vacío todo a la bolsa de arween. Vamos allá, zorra, hoy vas a ser inmortal.

* Ya tengo todo, Amo. Dónde voy?

- Prepara tu culo. Ahí mismo. Queda alguna marca?

* Apenas unos pequeños moratones de la vez anterior, pero ni los noto. Dispón de mi culo para tu placer.

- Eso haré, no lo dudes. Avisa cuando estés lista, puta.

Vacío la bolsa encima de un sillón. Coloco todo: pinzas, pala de cuero, pala de madera, pala de suela, vara, cable, alcohol, vara rectangular... ah! La cuerda! Esa tarde había recogido del escenario un pequeño cabo que quedó del montaje sin guardar… pues ale, lo coloqué junto con la demás “herramientas de placer”. A ver qué se le ocurre…

Me desnudo… mm… a ver cómo hago para darle a mi Amo la mejor versión de su zorra... Ya sé!

- Amo, estoy. Cuenta un minuto y ven.

Vacío a toda leche mi mesa y me inclino apoyando mi torso sobre ella dejando el culo de cara a la puerta. Piernas abiertas, pies rectos. Coloco los brazos como cuando espero en la posición clásica: Estirados, cruzados, mano del anillo por encima de la otra, nariz tocando la mesa, pelo a un lado sobre el hombro derecho. Respiro hondo. Ya estoy…

No tardo en escuchar los pasos de Amo por el pasillo. Se le nota la impaciencia… eso es una buena señal. Está con hambre, bien... pues aquí estoy, hoy tenemos menú degustación jajaja! estoy nerviosa. Pero nada que me impida disfrutar de mi momento. Amo, a partir de ahora te entrego el control. Vamos a por la inmortalidad.

Amo entra gimiendo complacido. Bien! Punto para arween. No es la posición clásica y me la jugaba improvisando una nueva. Pero parece que no le importó. Siempre es más cómodo tener un culo a la altura de la mano que sesionar con la puta en el suelo, verdad?

Apenas me acaricia. Empieza a azotarme fuerte el culo… Aguanto como una campeona. Son fuertes, pero no me duelen. Descargas con fuerza. Y recuerdo escucharte decirme algo como "No vas a volver a provocarme con cómo te azoto con las manos..." Creo que fue por algo que escribí anteriormente... Mierda. Me la tenía guardada.

A cada azote gimo de puro placer… duele pero me excita muchísimo. Empiezo a moverme consiguiendo que mi pubis se roce con el borde de la mesa. No me ordena contar, así que puedo perderme en las sensaciones… gracias Amo… estoy cachondísima… sigue golpeando así... me encanta.

A partir de aquí los recuerdos me bailan un poco. Amo. Vas a tener que ayudarme a recordar… voy a intentarlo yo primero y luego me corriges tú, vale?

Según las sensaciones de los azotes recuerdo que usaste la pala de cuero, por cierto, hacía tanto tiempo que no la usabas que me dio hasta nostalgia sentirla, he de decir que recordándola bastante dura, esta vez la noté mucho más suave, casi como tu mano. Un poquito más rígida, pero tremendamente placentera.

Recuerdo muchos, muchos golpes, unos más duros que otros, y cada uno con objetos diferentes, todos maravillosos. Me gustaba aquel juego, intentaba localizar cada objeto por la dureza del azote y el dolor que me provocaba. Tu mano es la que más me gusta... se nota bastante la diferencia con respecto a la pala de cuero. Mi culo ardía… lloraba, pero no sufría. Era un placer indescriptible. No sé si usaste la pala de madera (Amo me corrige. Si, la pala lisa, aunque no la de la suela)… ni cuantos fueron. Recuerdo un momento en que te rozabas con mi culo y que me moría de placer. Que estabas duro y que me sentía la mujer más afortunada del mundo… Amo, voy a correrme… Amo….

- Amo….. permiso… quiero correrme…

- Córrete

Tuve un orgasmo super intenso, aunque sin eyacular. Menos mal… me avergüenza, aún no me acostumbro…

- Gracias.

Paraste… me dejaste respirar, empezaste con el cable. Picaba mucho, recuerdo sentirlo por la espalda. Me diste varios y luego me hiciste contar los últimos cinco. Al tercero comencé a gritar y volví a romper a llorar. Picaba mucho. Y era una sensación como que se hundía en la piel. Amo… no quiero contar.... yo quería volver a mi lugar calentito.

La vara fue terrible!. Ya no sé si porque ya no pude volver a mi subespacio, mi trance particular, mi lugar calentito o si realmente me diste fuerte. Recuerdo agarrar los laterales de la mesa, gritar, patalear y levantar el torso a cada golpe. Eran duros. Los recuerdo bastante seguidos. Me retorcía. No llegaba a descansar de un golpe cuando de seguido recibía otro, Lloraba y gritaba: Duele, amo, duele!…en un momento de desesperación me conseguí separar de la mesa y me agaché al suelo… a tus pies, Amo… para, Amo, para, por favor… necesito respirar….

Amo se agacha conmigo.

- Continúo?

Asiento entre jadeos y lágrimas.

- Colócate entonces.

Me levanto y vuelvo a apoyar el torso en la mesa. Seguiste azotando mi culo un rato más… y de pronto... la orden.

- Levanta la cabeza. Puta.

Obedezco, rodeas mi cuello despacio con la cuerda, con todo el pelo por la cara, pronto empiezo a notar la presión… suave… me excito muchísimo… qué perra soy eh, Amo?

Pero no paras de apretar, despacio pero gradual. Ahí me doy cuenta de lo que va a ocurrir, se me pone un nudo en el estómago y el pulso se me acelera... me quedo suuuper quieta. Me concentro en esas nuevas sensaciones. La presión del cuello cada vez es mayor. Empiezo a experimentar un calor fuerte en la cara, y como si me hinchase ligeramente. Me relajo todo lo que puedo. Respiro poquito, tranquila, me dejo hacer. Descanso la cabeza, la dejo caer, al igual que los hombros… no tengo intención de controlar nada, que Amo se encargue, pienso. Noto como los sentidos se me distorsionan. Como si me hubiesen metido dentro de una almohada. Cada vez respiro más poquito, pero no me preocupa. Estoy muy cómoda. Puedo aguantar más.

Sigues apretando. Noto un dolor agudo en la garganta, es la traquea? Cede ligeramente. La noto… duele. Joder como mola!!! Me cuesta respirar cada vez más… Notaba mi cabeza como un balón, veía puntitos negros y se me taponaron los oídos… Paro ya? Y si me desmayo? Amo se va a asustar… Creo que voy a parar… ésto es nuevo, por si acaso… podré hablar?

- rojo…amooo…rooojo… 

Yo no me oía, pero no había empezado a decir la palabra de seguridad cuando noto que aflojas la presión y vuelvo a respirar con normalidad. Tardo unos segundos en recomponerme. Me pica mucho la garganta. Veo estrellas, estoy mareada… flipando… y muy, muy excitada… necesito unos segundos más, porfa. Respiro hondo. Estoy tan feliz… te miro y sonrío... Diooos, te amo.

- Siéntate en la mesa y abre las piernas…

Me hablas a mí? Joder sí… más?. No puedo creerme que siga… gracias Amo. Quiero, quiero quiero... Me subo a la mesa, me giro y me siento. Dioooos! Me escuece muchísimo el culo! Abro las piernas. Te veo abrir el bote de alcohol y soltar un chorro en el coño.

Me extraña el tiempo que tarda en llegar el ardor, se habrá perdido la fuerza? estaré tan mojada que no lo noto? Ah no, ya noto au.... joder cuando llega el ardor… despacito y gradual… me tumbo y me retuerzo, grito, gimo y gruño todo juntojooodeeeerrr… Si cierro las piernas es peor, quema más. Pero si las abro temo que eches más alcohol…. acabo por llevarme la mano al coño y apretarlo  con fuerza… me empiezo a masturbar… disfrutas viendo a tu perra retorcerse…? Me apartas la mano, me abres el coño sin ningún cariño… noto la cabeza fría y dura del bote entrando dentro… ay madre… prepárate, puta. 

AAAHHH!!! Mieerda… cuánto has echado? Notaba el ardor dentro de las tripas! Grito y gimo desdesperada. Quería arrancarme el coño de un puñado! Me viene un orgasmo super fuerte… Me dejas masturbarme y vuelvo a correrme… Guuuau… cómo estoy Amo!… me encanta…

Curiosamente el alcohol hace que mi humedad vaginal desaparezca, me llama mucho la atención. Te veo acercarte con la vara rectangular… A por mi coño…. Seeeeh… Voy a demostrarte lo buena zorra que he sido con tus instrucciones.

Adoro que me azotes el coño… es un dolor muy intenso, más ahora que está muy sensible por el alcohol hinchado por la excitación y el clítoris asoma, pero me gusta muchísimo… ni conté los que cayeron… tampoco me importó, estaba feliz y disfrutando de las sensaciones… notaba la diferencia cuando golpeabas en los labios… o dabas directamente en el clítoris. AUU!! Como si tuviese un resorte se me cerraban las piernas!! Me gusta que me las abras con la vara… a golpecitos… mm…. Y cuando me confío y me relajo ZAAAS!!! Mierda!!

- Baja de la mesa.

Me bajo intentando levantar el culo lo máximo posible… me escuece! No puedo casi rozarme… Aaaau… te miro feliz. Me abofeteas fuerte… Seeeeeehh…

- Cuantas?

- Diez.

AUUU!! Cayeron las diez en el carrillo izquierdo… durísimos Amo… queman, pero ricos… joder. Me gustan. Gracias.

- Al suelo, zorra.

Sonrío victoriosa. Mi premio…

Sabes? Nunca te lo dije y me acaba de venir a la cabeza ahora. Me pone muchísimo cuando te sacas la polla con el pantalón puesto. Me veo reflejada en la hebilla, es grande, lisa y cuadrada y parece un espejo. Me veo abrir la boca, acercarme y alejarme con tu polla dentro. Que puta perra, lo que disfruto...  Aunque siempre entra más dentro sin nada de por medio… adoro ahogarme con ella, que gimas de placer gracias a mí, que te corras en mí. En tu puta.

- Prepara tus tetas.

Las sujeto con las manos y te las presento como una ofrenda. Tuyas son, señor. Dejo que te vacíes en mi cuerpo. Estoy exahusta, abrumada de tantas sensaciones. Te amo como nunca… cómo podre agradecerte todo esto que me das?

Me acaricias el pelo, me besas… me miras, y no puedo ser más feliz.

- Te encuentras bien?

Asiento sonriendo.

- Seguro?

Asiento de nuevo.

- Te vistes y te tomas una cerve?

Asiento.

Mientras te alejas por el pasillo te vuelves a girar. Aún no me he movido del suelo.

- Seguro que estas bien?

- Jajajajaja!… Que siiiiiiiii!

Me quedo aun un ratito notando cada sensación, tu semen se enfría y me cae por el cuello, el pecho y la barriga. El culo… dios mío me escuece muchísimo. Me importan un carajo las marcas. Hoy ha sido de órdago… vete a saber si tengo hasta sangre de lo que me escuece. En el cuello no siento nada… un pequeño carraspeo al tragar... pero al tocarlo no noto ni marcas ni nada. Eso si, siento un cansancio tremendo. Necesito mi cerve fresquita.

Me levanto y me acaricio el culo para relajarlo... noto como una placa rígida del tamaño de mi palma en uno de los glúteos... ay dios, nunca me había notado aquello, zorra... vas a dormir boca abajo un par de días.

Voy hacia donde estás con la felicidad absoluta escrita en mi cara... Realmente ha sido una experiencia brutal. Me gustaría que este fuese mi nuevo nivel a partir de ahora.


Amo… siento decírtelo… pero soy inmortal… jeje!

Te quiero.

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