Ansiedad...

No sabía si escribir en mi diario personal o en el de arween. Bueno, yo lo escribo y que Amo decida si puedo o no publicarlo. Necesito escribirlo para ordenar mis emociones.

Llevo unos días, igual un par de semanas, que me da por vomitar. Así, sin más. Empieza a hacérseme la boca agua, y noto un dolor punzante en el estómago, como si me lo retorcieran. Afortunadamente la mayoría de las veces no llego a soltar nada, porque puedo controlarlo respirando y aguantando. Pero cuando aquello dice que voy... Suelto todo lo que he comido.

Ayer fue cuando me di cuenta de que era muy probable que fuera ansiedad. La alarma me la dio la calentura que me ha salido sobre el labio. Sólo me salen pupas en la boca por fiebre o por ansiedad, y puedo asegurar que lo primero no era. 

El caso es que ayer, tras mi descubrimiento, estuve alerta por primera vez a mis reacciones. Y descubrí que los vómitos me los provocaban las estupideces más cotidianas. 

Cualquier situación que ocurre fuera de mi control o mi rutina, me provoca una tensión muy grande y es cuando siento el nudo en el estómago y tengo que correr a algún árbol o a un baño. Un atasco imprevisto que me hace llegar tarde, una equivocación en una técnica en el taller, un plan que se adelanta o se retrasa, no encontrar las llaves, o simplemente pagar en el supermercado diez euros más de los que tenía pensado gastarme. Esto me hizo preocuparme de verdad. Qué cojones me está pasando?? Qué está ocurriendo en mi vida para estar en este estado de nervios?

Mierda... me vuelve el pellizco. Voy a por una cápsula de valeriana. Me está ayudando estos días.

Aju... Bueno, sigo.

El caso es que ayer lunes, que libraba, aproveché para ir a ver a mi hermana, la echaba de menos. Entre risas y comentarios, como por sacar un tema más, le cuento mi preocupación. Ella lo vio clarísimo.

- Cómo le va a Jose Ángel? - Me pregunta.

- Buah, está agotado. El nuevo negocio está yendo bastante bien. Es posible que en unos meses recuperen todo lo invertido y empiecen a ganar dinero. Pero a él le está costando muchas horas de sueño y muchos enfrentamientos personales. Me parte el corazón no poder estar más tiempo o ayudarle. Siempre le digo que si necesita huir se venga a casa (Con un buen chute de antihistamínicos, por los gatos, claro). Que recupere horas de sueño. Pero él le quita importancia a sus historias y me dice que no es para tanto. Que soy una exagerá.. jajaja!

- Pues ahí lo tienes.

- En serio? Tú crees que es eso??

- Pepa... blanco y en botella, Malibú.

- No se... A ver, sí que me preocupa, pero no para estar así... es absurdo!

Y seguimos charlando de nuestras cosas, de la familia.. Una tarde noche super amena y divertida. Como siempre. Pero me dejó pensando.

Cuando llegué a casa, por la noche, instintivamente miré el móvil por si tenía algún mensaje, y pinché en el chat que tenemos él y yo... La última conversación del domingo. El momento en que me dice que todo el centro está cerrado, que todos los compañeros se han ido y que le suba la cena. Y cuatro horas después en que le informaba que ya estaba en casita, sana y salva y él contesta con sus besos y corazones de todas las noches.

* Descansa negra

* Te quiero

* Más te vale

De pronto comencé a llorar. Mieeerda... Y mientras lloraba flipaba, buscaba en mis sensaciones qué sentía. Ostia, qué me pasa??? rabia? amor?? enfado? tristeza? Qué cojones...?

Impotencia.... Y ausencia. Ahí me rompí.

Seguí llorando un buen rato, necesitaba comprenderme, vaciar la ansiedad y sustituirla por cariño. Eso lo aprendí con Almudena, mi psicóloga. Primero analizarse, luego comprenderse y después asumir lo que se siente con cariño. No podía hacer nada para solucionarle los problemas a mi Amo. Y tampoco puedo cambiarle la vida. Eso va a ser algo que tengo que asumir sí o sí. Y en mis miedos irracionales sigue la idea de que en un medio-largo plazo le irá tan bien en la vida que hasta se cambie de trabajo y me abandone. No puedo hacer nada para evitarlo, es más, seré muy feliz por él. Joder, es eso lo que me pasa... Me duele verle agotado y no estar. Mi relación con él, de pronto, dejó de ser infinita. Otro guantazo de realidad que me devuelve a mi lugar. A mi contrato. No puedo salirme de mi contrato. No voy a poder hacer nada por evitar que las cosas cambien... Y duele. Duele mucho.




Me fui al sofá, hecha un mar de lágrimas, me recosté y vinieron automáticamente mis dos taraos a subírseme encima. Mushu me miraba con los ojos super abiertos. Hijaputa... estoy segura que me entiende. Me abracé a ella. Es taaan suavita que reconforta. Me sentí afortunada. Dejé salir mi pena unos minutos más, hasta que, creo que por efecto de la valeriana, se me quitaron las ganas de llorar y suspiré.

- Ya? - me pregunté.

- Sip. Era eso.

- Y ahora?

- Masterchef!, te lo estas perdiendo, zorda!

Me fui a la cocina, me serví una copa de vino, corté un cachito de queso gouda y me lo preparé derretido sobre una tostada. Me arrebujé con los dos taraos en la manta a ver mi programa favorito.


Y ahora qué?... Pues ahora voy a seguir caminando a su lado, además, puedo ayudarlo desde mi rinconcito de su vida. Soy perra cuidadora. Es mi trabajo. Y adoro escuchar sus historias y que disfrute con mi compañía. Ser su descanso mental y su alimento favorito. Esto es lo que hay y esta es mi realidad diaria. Pero también esto es mío. Esta es mi vida... Y es maravillosa.

La verdad es que no sé si es por mi condición de sumisa o porque me he vuelto más protectora con los años, nunca me había ocurrido esto. Sufrir físicamente por los problemas de otra persona. Claro, que esa otra persona no es cualquier persona, es mi Amo, a quien me entregué profundamente y sin condiciones hace ya casi ocho años y por quien siento un vínculo tan profundo que está a años luz por encima del amor.

Qué puta mierda de vida, lechugas. No puede quedarse todo como está, cagontó...

Hoy no le veré. Mañana y pasado coincidiremos en turno y le llevaré su merienda, su cenita y el monster... creo que el verde galáctico es su favorito. Eso y el café es lo que lo mantienen en pie todo el turno de noche. Igual hasta me paso su régimen por el forro y le llevo estos dias un poquito de jamón ibérico que tengo reservado para una ocasión especial. Mmmm... 


Ya me siento mejor... No se si por la valeriana o por desahogarme, pero estoy mejor. Ole! Punto para arween. 

Espero que escribir esto me ayude un poquito más y me baje la ansiedad... Ya he seguido los pasos necesarios. Ahora toca esperar a que haga efecto.


Amo... Voy a estar siempre a tu lado, todo el tiempo que pueda. Y disfrutaré de tu compañía hasta que la vida nos separe. Haré lo que siempre dices, vivir el día, que lo que venga... vendrá después. 

Pero no hoy. Hoy soy feliz.


Te quiero