Quién quiere sexo teniendo ésto? eh, Amo?
Ayer llegué a casa a las 2 y media de la madrugada. Cuatro sensaciones:
El casco en la cabeza.
El corazón en la espalda.
El ojo izquierdo demasiado presente.
Una felicidad interna y una paz increíble.
Me hacía falta una buena paliza... de esas que te dejan tranquila y te quita de un plumazo (bueno, de un cintazo...jeje!) todas tus comeduras de tarro. Ni yoga... ni gimnasio. Una buena sesión de cinturoning... y adiós tensiones.
Como siempre, me pilló de sorpresa. Anoche le preparé unas brochetas de lomo y tortilla de bacon y cebolla. (Añadir para la próxima pimiento rojo y queso) y nuestras cerves fresquitas, tabaco y peli. Robin hood. Pero una versión que no conocía.. todo tranquilo, como siempre... Amo en su silla y yo a sus pies. Todo perfecto.
- Y qué? Como va la hoja de Lorien?
- Pues ya la viste... esperando a que quieras usarla.
- Habrá que pillar un soplete no? Tiene que quedar al rojo vivo para que marque.
- Claro! lo buscaré
- Ese pelo... Falta tinte.
- Si... lo sé. Compré el tinte, pero no he tenido tiempo esta semana. Para el martes lo tendré.
Se levanta despacio, como estirándose, me agarra tranquilamente del pelo y me lleva de rodillas a la pared.
- Cuántos quieres.
- Mmm... (Ya estamos... me niego a decir diez. Sea lo que sea que vaya a hacerme) Veinte.
Aun de rodillas me hace apoyar las manos en la pared. Amo me levanta la camiseta y descubre mi espalda. Con toda la tranquilidad del mundo me desabrocha el sujetador. Yo estoy aceleradísima de puro nervio. Le oigo deslizar el cinturón por entre las trabillas del pantalón... bien!
Comienzan loa azotes... Duros. Pero super placenteros... Al quinto rompo a llorar. Cada vez aprieta mas. Pero quiero demostrarle que soy capaz de aguantar un hierro candente. Cinco cintazos son nada para mi...
Joder. Nada...? Una mierda. Al sexto me retuerzo y golpeo la pared. Amo se ensaña con la parte alta de mi espalda... me arqueo y expongo el culo... Nada. No hay manera.
- Manos a la pared. Colócate puta.
La camiseta cae sobre la espalda y Amo vuelve a subirla y la engurruña en mi cuello, momento que saboreo al máximo como si me estuviera acariciando. Me relaja el picazón de los golpes.
Se separa. No se si coge carrerilla o qué lechugas hace, el siguiente me saca un alarido y me giro de golpe, pegando la espalda a la pared.
- No te muevas.
Empieza a balancear el cinturón delante de mi cara, de pronto me azota la mejilla. Au!! Lo veo concentrarse y vuelve a golpear mi cara. A la cuarta me quema tanto que instintivamente bajo la cabeza. Error... Me dio en el ojo. Au! Me cubro la cara con las manos. No paro de gemir, me rozo contra la pared y la moqueta. Me estoy excitando demasiado.
- Te he dicho que no te muevas. Baja esas manos.
Vuelvo a colocar la cara y me azota de nuevo. Excitante ver a Amo preparar el golpe. No coge tanta fuerza como cuando abofetea, pero su cara de concentración es brutal. Sentir el cinto en la cara... muy curioso. Nada que ver con la mano. Cuando abofetea, al tiempo que notas el pinchazo notas dolor y una fuerza que te empuja hacia un lado. Con el cinto el picor es limpio, pequeño y concentrado. Curioso. Muy curioso. Eso si, duele. Sin lugar a dudas duele mucho. De hecho mientras estaba yo a esos pensamientos llegó a doler tanto que de forma automática volví a girarme. Te lo agradezco infinito, Amo... pero prefiero la espalda... Aun quedan muchos azotes hasta los veinte...
Al notar el golpe intenso de nuevo en la parte alta de la espalda, me arrepentí de haberme girado... Cómo puede dar tan fuerte? Tras otra tanda que ya ni recuerdo los números... y que ni siquiera sé si conté en orden... porque estaba completamente fuera de mi cabeza... volví a girarme y me abracé a su pierna.
Amo...!!! dame tregua...!
Ni por esas. aún abrazada a su pierna siguió golpeando en las piernas, el culo... y yo me movía como una anguila a cada golpe. Pasaron los veinte... y siguió... ya me entró la risa nerviosa. Cabrón! No vas a darme tregua? Auuu!!!! Volvió a la cara... esta vez me cuidé de no moverme y aguantar...
Amo cogió su cerveza y volcó un chorro sobre mí. Abrí bien la boca.. no quería que nada cayese a la moqueta. Se me llenó la boca de espuma y me salpicó a los ojos y a la nariz. Ahí ya me dio igual la moqueta y su abuela... y me esforcé por tragar rápido y no atragantarme. Me vino bien... algo fresquito recorriéndome la cara, suavizando la quemazón. El dolor del ojo desapareció cuando me entró cerveza y comenzó a escocer... mano de santo. jajaja!!
Entre golpe y golpe se acerca un calor familiar... me viene super intenso....
- Amo... quiero correrme... por favor!
- Ya te dije que si!
???? Lo había pedido antes? Y me había dicho que si??? Si. Definitivamente estoy out.
Me dejé llevar... agarrada a su pierna y hecha un ovillo apreté mi sexo con todas mis fuerzas y deje salir todo lo que tenia dentro. Metafóricamente hablando eh? En la moqueta no me corro ni loca. Fue brutal. Gracias... creo que eso si lo dije en alto.
- Ven y haz tu trabajo, puta.
Diooos siii...! premio!!!
Estaba duro como una piedra... me encanta que se excite golpeando. Me dan ganas de darle la mejor mamada de su vida de premio por disfrutar reventando a su perra.
Instrucción... pulgares a los pezones y polla hasta la garganta... arcadas.. toses... lágrimas y asfixia... todo es poco para mi Amo. De vez en cuando Amo me aparta la cabeza por el pelo y deja caer su saliva por mi cara... Amo... gracias!!! lamo lo que noto que se acerca a mi boca, sabe a Amo, caliente y con un toque de cerveza... delicioso.
- Hoy me corro en tu pelo, puta. Te lo restriegas y duermes asi.
Así hizo... cuando le vino el orgasmo agaché mi cara y dejé que Amo se vaciase en mi cabeza. Cuando terminó de correrse y fue a componerse el uniforme (Esta vez no le ayudé) con mis manos extendí toda su leche por mi pelo. Jeje...nuevo look.. Me sentí la mujer más bella del mundo.
Volvimos al sitio. La peli estaba a punto de terminar. Estaba exhausta. parecía que había corrido... yo que se! Diez metros!! (Es que soy de las que no corren si no nos persiguen... y me agoto rápido) jajaja! La cerve aún me esperaba en mi rinconcito, sobre la moqueta, bebí con ganas... qué satisfacción, coñe!
- Joder... Amo... Quién quiere sexo teniendo... ésto!!!
- Jajajajaja!
- Muchisimas gracias. Estoy feliz.
- Me alegro.
Y ahí estuvimos hablando hasta que le tocó hacer la ronda... y me fui a casa. Con el pelo hecho un casco de haberse secado el semen, el ojo amenazando morado (Ahora que escribo ésto, lo confirmo) y la espalda escociéndome y palpitando cuando me recostaba en el asiento del coche.
No puedo ser más feliz. Tengo mucha suerte de ser tuya. No veo el momento se ser marcada. Sé que sera muy doloroso. Pero también se que será inolvidable. Y nos unirá más aún.