Sobre relaciones a distancia. Reflexiones

 



Amo me llama dramática.

Estos meses me está afectando un poquito más la distancia. Es como que me duele más el estar separados. No sé si nos vemos más o menos que antes, la verdad. Imagino que siempre ha sido así, puesto que nuestros respectivos horarios no han variado desde que me aceptó como sumisa.

Supongo que antes tenía la esperanza de que se solucionaría lo de poder pasar más tiempo juntos... y no está siendo así. Cada vez ocurre algo por lo que se nos descolocan los planes. El caso es que nunca son las mismas circunstancias, ni los mismos períodos. Cada vez el obstáculo carga más y la desilusión es mayor.

Mi cabeza comienza a boicotearme. Estaré haciendo lo correcto? Me es positiva la relación con mi Amo? Realmente merece la pena perder años de la vida en una relación a distancia? 

Se supone que las relaciones van evolucionando con el tiempo hacia un siguiente nivel, uno se echa novio, después conviven, luego se consolidan... no? Hablas con amigas que se echan novios, que te cuentan ilusionadas que se van a hacer un viaje, que no han dormido en toda la noche por la incomodidad de dormir con alguien en una misma cama, que encima no es la suya! (cosas que ocurren a partir de los cuarenta y tantos), peleas por falta de atención y de cariño y sus correspondientes reconciliaciones.... Vamos, lo de siempre. Y no puedo evitar compararme con ellas.

Es cierto que cada relación es diferente y singular. Y desde luego la mía lo es más aun. 


Amo me dijo una vez:

"Recuerda que no es sino la sombra de una ilusión lo que amas. No puedo darte lo que anhelas." (contundente despedida de Aragorn a Eowyn) Y me dio más material en lo que pensar.

Será que en el fondo sigo anhelando consolidar mi relación convirtiendo a mi Amo en mi novio? Que inconscientemente tengo la ilusión de que el destino tenga reservado para nosotros un final vainilla? Aparecer con él de la mano en las barbacoas familiares, contar en el trabajo que somos pareja, adoptar a sus hijos y cuidar de ellos... que se le cure la alergia a mis gatos... Es eso lo que anhelo?

Llevo buscando respuestas desde hace un par de meses. El detonante fue la noticia de que nos mueven del teatro a otro sitio este verano por obras (otra vez) y que el año que viene también ocurrirá igual. (cosas de presupuestos de las diputaciones y compatibilidades con el teatro para hacer taquilla), otra piedra más en el camino. Otro período de lucha y esfuerzo extra por estar juntos.

Evidentemente, en mi búsqueda de por qués, me fui a las fuentes, a mis colegas de morbo, a escuchar (leer) opiniones, y me aclararon bastante las ideas. El problema principal lo tengo yo misma. Entré en el BDSM gracias a los diarios, las lecturas y las experiencias de otras personas. Me abrieron una puerta nueva, los usaba de referencia: estas cosas me gustan... esto lo quiero probar.... esto me da una envidia que te cagas y quiero vivir esa experiencia... Todos hablan de su primera experiencia, de la palabra de seguridad, del encuentro... del primer azote, de las conversaciones previas... 

Yo ya tengo eso. Ya encontré al Amo perfecto, al menos para mí, aunque él diga que lo idealizo demasiado,  ya vivo esa vida, ya soy la sumisa que siempre quise ser, ya experimento eso que tanto me excita. Y ahora qué? Cuál es el siguiente paso? Dónde puedo leer, quién puede ser mi referencia? Cuando llega uno a una madurez en una relación BDSM qué hace que perdure en el tiempo, que no caiga en la tan temida rutina...? Está condenado el BDSM a cambiar de pareja en cuanto el morbo se apaga? No hay nada. Nadie cuenta, nadie escribe... es como si eso quedase fuera del morbo y no interesa. 

Así que, tras escuchar a mis amigos me tocó el trabajo interno. Mi siguiente paso fue analizar mi relación con Amo, qué tengo y a dónde vamos:

Para empezar, él me gusta muchísimo. Me resulta un hombre encantador, divertido, noble y muy, muy generoso a nivel humano. Por descontado que me pone cachondísima desde su Hola puta del chat, hasta cómo huele. Así que esa parte la tengo asegurada. 

Hablamos mucho, a veces cosas cotidianas, los rollos del curro, la gente y sus tonterías (Eso es una gran ventaja, uno conoce a la gente de la que habla el otro) y otras nos enfangamos en temas controvertidos, morales y religiosos, en los que no siempre coincidimos, aún así disfruto mucho de su discurso. Mi cometido como sumisa es ser una buena compañera de conversación, aunque en este caso me sale de forma natural. Adoro escucharle hablar y contarme anécdotas. Le presto siempre toda mi atención. Es fascinante. Las conversaciones por chat, sin embargo, son en las que doy rienda suelta a mi lado más obsceno, mas cochino y me ayudan mucho en mi rol sumiso, me da menos vergüenza llamarlo mi Dueño... o hablar de mí en tercera persona como su puta. "Esta puta se va a dormir, mi Amo". o "Vas a tener a tu puta dispuesta como desees..."  frases que me excitan sobremanera, por cierto. Así puedo ser Laura charlando con José Ángel como pareja de amigos y estar completamente sometida a él mientras lo hacemos. Siento como si, al no pronunciar palabras, al escribirlas, hablase directamente desde dentro, lo que me da libertad para ser la puta más sucia y la zorda morbosa, húmeda y caliente que soy por dentro.

No soy celosa. Creo que ahí está mi punto favorable con respecto a otras personas. De hecho no me importa que Amo esté con más gente, que tenga su vida sentimental y tenga sexo con quien quiera tenerlo. No es algo que me preocupe. Mi única condición (si es que puede llamarse así, las sumisas no ponemos condiciones, sugerimos favores) es que me tenga la consideración que necesito para seguir sintiéndome parte de su vida. Sentirme querida y respetada, y eso lo cumple con creces. De igual manera que intento que Amo no tenga duda alguna de que soy completamente sincera y abierta con él. Que sienta la tranquilidad de que, aunque esté días sin hablar ni contactar conmigo, sepa que soy suya y que haga lo que haga, o esté con quien esté, él es mi prioridad y sus deseos son obedecidos a rajatabla. No sólo por mi compromiso de sometimiento, sino porque va firmado en nuestro contrato. Lo que me lleva al siguiente punto favorable.

El contrato me ayuda mucho, nuestro contrato de propiedad. Lo he leído tantas veces que ya me lo sé como la receta de las carrilleras. Parece mentira que un papel me ancle tanto a una persona, emocionalmente hablando, máxime cuando me he pasado por el forro de los cojones un contrato de matrimonio con mi ex marido durante años. Supongo que el hecho de crearlo y redactarlo juntos hace que te involucres más en lo que firmas, que seas más consciente de a lo que te comprometes. Curioso como después de los años toma un nuevo significado cada palabra, lo que en un determinado momento se considera un juego morboso acaba convirtiéndose en tu manera de ser. 

Dicen... bueno, qué coño, es un hecho irrefutable y cada vez le saco más partido, que el mejor órgano sexual es el cerebro. Me parece indispensable en una relación a distancia. Lejos de aquellas sesiones semanales de antaño, interminables y absolutamente espectaculares, el tiempo nos va suavizando poco a poco. Aún así, cada encuentro juntos me sirve después como "material masturbatorio" durante, al menos, un par de semanas. Lo he hablado alguna vez. Es la primera pareja que tengo en la que uso recuerdos suyos para masturbarme. Lo que me indica que es la relación con la que siempre he fantaseado. Considero la fantasía como algo esencial en una relación a distancia. Parte de mi adiestramiento ha sido tener al Amo en mi cabeza en cada cosa que hago. Eso me está sirviendo para mantenerme junto a él en la distancia. Paso mucho tiempo sola, afortunadamente, lo que me da libertad a ser yo misma y explorar mis necesidades y mis morbos, las instrucciones de Amo, el andar desnuda por la casa, cocinar durante horas, desnuda y con mi collar de perra, comportarme como me pide mi cuerpo. 

Y lo mejor de todo, La existencia del Amo en mi vida me ha modificado como persona, me ha hecho vivir experiencias personales increíbles. Escribo mi diario, mi inseparable y querido diario, mi memoria, mi prueba real de que no estoy soñando, mi herramienta de fantasía cuando las fuerzas flaquean, cuando el cerebro te dice que esto no va a funcionar... Pero no solo eso, desde que estoy con él soy mucho más creativa, estoy cocinando como nunca, trabajo con mucha más paciencia, he dejado de mentir (y apechugar con todo lo que eso conlleva), me quiero muchísimo... Joder, tengo superpoderes!!! jajajaja!

Ves? es en estos ratitos en los que me abrazaría a su pierna y me recostaría en su rodilla... le hecho de menos.

No sé lo que nos deparará la vida... Sólo espero que pase lo que pase sepamos adaptarnos para continuar estando juntos. Creo que tenemos una relación bastante sana, interesante y morbosa. Y lo de la distancia... supongo que solo es aceptar que nos vemos poquito pero que cada rato merece la pena, no?

Te quiero mucho, y sí, soy una dramática, pero eso es parte de mí. Y sé que me quieres y me aceptas con mis morbos y mis locuras.

Pronto volverás a tener a tu perra entre las piernas, cuidándote y velando por que no te falte de nada.



Te quiero


Encontré por internet este artículo. Está enfocada a las relaciones vainilla, pero me parece interesante, y da qué pensar... 

                    

                                    Y si las relaciones a distancia fueran más felices?





10 comentarios:

  1. Pfff me llego al corazón lo que has escrito … lo que siempre quise saber si otra sumisa sentía lo mismo lo has expresado tan bien me encanta !! Gracias por compartir tu experiencia ahora se que no soy la única que se siente asi

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  2. Ay! Gracias a ti por escribir... A veces nos sentimos solas, pero no es así, leernos y compartir experiencias nos une.
    Ojalá te vaya bien🖤🖤🖤🖤

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  3. Muy bueno. Muy intenso todo. Se nota tu felicidad.

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  4. Me siento parte de esta historia y me representa, gracias por compartir.

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  5. Lo importante es que haya un equilibrio entre encuentros y ausencias. Suele ocurrir a veces que anhelamos lo total y absoluto y luego, al lograrlo, se ve un desmoronamiento, o al menos un mayor desgaste. Como digo, si la interacción personal es suficiente y equilibrada, a lo mejor es más ideal la situación de lo que parece. Excelente y sentido articulo, felicitaciones.

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  6. Igual tienes razón, el hecho de esperar hace que idealices más y no te meta el bofetón la realidad. Pero hay que saber llevar las ausencias... Gracias por tu valoración

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    1. Sí, yo es que soy mucho de encontrar un equilibrio, un ten con ten... Respecto a las ausencias... sí, pueden ser algo duras, pero temporales. A mi me gusta incluso un poquito que se sufra por mí, por los encuentros, que se haga ganas y que no llegue la rutina...

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  7. Supongo que en algún momento, en cualquier tipo de relación viene una avalancha de preguntas, pero la confianza, la comunicación contigo misma y con tu pareja van minando todo lo que agobia en determinado momento y solo deja ese equilibrio que necesitas para saber que estás en el lugar que deseas.

    Saludos

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