Rumbo al zordeste. Sevilla

Existe el turismo rural, el turismo cultural... el turismo gastronómico.

Yo acabo de descubrir el turismo zordo.

Cualquiera que me conozca sabe perfectamente lo que es ser zorda, al igual que lo que implica formar parte de un círculo de amigos BDSMeros.

Puedo decir con orgullo que pertenezco a uno maravilloso y del que me siento parte activa. Compañeros de morbo, como los llamo. Buena gente, con experiencias propias y sus formas de vivir el BDSM particulares y de los que aprendo cada día. 

Las tecnologías y las redes han hecho que tenga a mis amigos pegados a mí cada momento del día, ahí, guardaditos en mi móvil, siempre atentos a hablar cuando uno lo necesita y a contar historias morbosas si apetece. Gente que te valora, que no te juzga y que te hacen normalizar lo que para el resto de la gente de alrededor se consideraría incómodas o moralmente reprochables.

Y en esas llegan mis vacaciones. Y qué mejor plan que el ir a conocer a esa gente a la que tanto cariño tengo.





Ya he hecho varios viajes de amigos de morbo. Hasta la fecha he viajado a Madrid,    Galicia,   Ponferrada,   a  La Mancha, Asturias, Zaragoza,  a Cataluña...  (pinchad sobre los nombres para leer las entradas correspondientes en el diario) y este año tocaba el sur. La verdad, ha sido una aventura muy interesante. Sobre todo a nivel personal. La excusa? llevarle un libro a Cedricks, cenar barbacoa en su casa, conocer también a Raksha, su little y, si se tercia, conocer a más gente de la comunidad BDSM en Sevilla. El resto de los días... pues pasear por la ciudad. 

Quise hacer las cosas bien. Pillarme un buen hotel cerca del centro, Por supuesto, en Ave, paso de largos viajes interminables en autobús por ahorrar dinero. Tampoco me gusta conducir, así que, para una vez que viajo al año, me gasto un poquito más. Me ofrecieron casa donde quedarme, cosa que agradecí sobremanera, pero, pensando en mis manías con el sueño ligero, y el temor a no caer bien... (cosa que a día de hoy me parece una gilipollez... sobre todo habiéndolos conocido) preferí no arriesgar y hacer lo que me pedía el cuerpo.

Sabes esa sensación de estar sin ver a unos amigos durante años y reencontrarte? Esa es la sensación que tengo cuando conozco a la gente de los grupos de Telegram en persona. No existe nada más emocionante que abrazar por primera vez a alguien con quien has compartido de forma virtual tantos buenos momentos. Aprietas el abrazo con todas tus fuerzas y absorbes toda la energía, los nervios y las emociones de la otra persona, que además sabes que siente lo mismo que tú.

Y así me vi, por fin, en "Villaponi" (un pueblito precioso cerca de Sevilla) con el fresquito de la noche en una azotea, oliendo el aire del sur... que tan buenos recuerdos me trae de mi infancia. Hablando, riendo, comiendo y bebiendo con mis viejos amigos recién conocidos hasta las tantas de la madrugada. 

Aprendí un poquito más sobre el estilo DD/lg gracias a Raksha. Estoy muy poco familiarizada con esa rama de la dominación, y aunque no sea una de mis prácticas, me pareció fascinante cómo lo vivían ellos. Escucharles hablar del littlespace, de bibes, chupetes y pinturas... me abrió un mundo super interesante. Gracias.

Al día siguiente me acercaron ya a Sevilla y quedamos en vernos un par de días después. Ya tenía planes para la semana. Además, quedaba pendiente una quedada, organizada por Agapornis con la comunidad BDSM en Sevilla, que hasta anunció por Fetlife. Me sentí una estrella!!! 



Así pues, me encontré con un montón de días y una ciudad por conocer. Qué gran sensación, por dónde empiezo...? Qué más da.

La verdad que me vino bien para encontrarme conmigo misma. Por supuesto que habría dado mi brazo derecho por poder disfrutar esos días con mi Amo... Pero ya que la vida me ha dado esta relación tan particular con él, he de aprender a valorar todo lo positivo que me ofrece y sacarle el máximo placer.

Decidí sentir esos días como una oportunidad. Si no podía disfrutar de aquello con mi Amo, lo haría por los dos. Así que, siempre que tenía ocasión, buscaba un rinconcito pintoresco, me pedía una manzanilla de Sanlúcar, una tapita de jamón y antes del primer sorbo le daba gracias al Amo por ser el detonante de mi nueva vida maravillosa, sonreía y abría mi libro. (Recordatorio: especificar en la medida de lo posible que la manzanilla es de vino... que a poco que te descuidas te encasquetan una infusión...! Con la caló que hacía!!!)

Hablábamos cada mañana, claro. Le contaba mis planes y las cosas que me iba encontrando. Él me contaba sus días y sus proyectos, nos reíamos un rato, nos calentábamos un poquito... luego nos deseábamos un buen día y cada uno a sus menesteres.

He tenido grandes dosis de todo, de tiempo para pasear, pensar y leer, tiempo para buenas conversaciones morbosas y oportunidad de conocer cómo viven el BDSM la gente de por aquí. Al igual que ocurre en la vida cotidiana, los sevillanos son gente que disfruta mucho compartiendo. Igual hacen en su comunidad BDSM. Se juntan siempre que tienen ocasión y con cualquier excusa, un taller de Shibari, una fiesta protocolaria, el estreno de la mazmorra de uno de ellos... las nuevas parejas que se forman... Y ahí dan rienda suelta al morbo a partir de juegos... Me contaba un dominante del grupo con el que quedamos a merendar, que generalmente les cuesta "entrar en materia", como que le dan muchas vueltas a conversaciones banales para poder tomar la confianza suficiente y soltarse a hablar de sus morbos. Por eso usan mucho el juego establecido. Los juegos en comunidad ayudan a tomar confianza. Eso si, una vez que han roto el hielo, los límites son los que cada uno quiera ponerse, o poner los tops a sus bottoms, jeje... La sensación que me dieron es de ser gente que se cuidan mucho entre ellos y se protegen. Y se ríen... Sobre todo eso. Reírse de todo y de todos. Son geniales. Hasta descubrimos una manera de quitarme el hipo. Me dio fuerte. No podía parar... Se suponía que había que beber al revés... al menos eso me dijeron... No pensaba ni por un momento que aquello fuese a funcionar, pero... de perdidos al río. Me puse a hacer el payaso, culo en pompa, contoneando caderas, piernas abiertas y mientras doblo el torso para intentar beber boca abajo, sin dejar de reírme, por supuesto, viene Agapornis por detrás y me da un azote! Me fui para adelante, se me volcó el vaso... nos reímos todos... y si. Se me quitó el hipo. Que grandes...! Al final me van a obligar a volver... Me quedé con ganas de conocerlos mejor. Y de asistir a alguno de esos eventos de los que hablan.

Amo y yo no vamos a eventos. Supongo que vivimos nuestra relación más a nuestra manera. (si sois asiduos a la lectura del diario lo sabréis). Quién sabe... un día... no cierro esa puerta.


Mi viaje también tuvo su momento morboso, aunque no estoy orgullosa de ello. Tuve una experiencia espontánea como acosadora... y no me lo esperaba.

Recuerdo una mañana, paseando alrededor del hotel, me encontré con un pequeño taller de guitarras. La puerta estaba cerrada, pero a través del cristal con reja pude ver a un chico trabajando en la construcción de una de ellas. Estaba desbastando una pieza y colocando unas varillas con una concentración y una habilidad que me fascinó. Despacio iba pasando la herramienta por la madera, quitando las virutas, observando su obra. Me enamoré y morí de la envidia al mismo tiempo. Quería verlo desde mas cerca. Tuve el impulso de llamar al timbre, pero justo cuando iba a hacerlo mi cabeza me preguntó.

- Qué le vas a decir cuando te abra?

- No lo sé, me contesté... que soy una amante de las guitarras.

- No tocas la guitarra desde los doce años y la tuya, que le costó una pasta a tu familia para regalártela, la desmontaste para hacerte una estantería. Eso también se lo vas a contar?

- Claro que no! cómo voy a contarle eso??? Le contaré que mi abuelo se fabricó su laúd. Y que vengo de una familia de carpinteros y ebanistas. Que me gusta ver como trabaja.

- Ya, y luego le pides que te deje sentarte en un rincón a mirarlo mientras trabaja.... y si se puede, grabarlo con el móvil. No?

- Suena raro... verdad?

- Un poquito, cariño. 

A todo esto, yo seguía de pie, inmóvil, con la cara pegada al cristal. El corazón me latía con fuerza de los nervios.

- Ha girado la cabeza, sabe que le estas mirando.

- Quiero hacerle una foto. 

- Estas loca?

- Ahora no mira. (disimuladamente saco el móvil y hago como que lo miro mientras hago una foto. Ni compruebo si ha salido bien. lo guardo corriendo) Ha sido rápido ves???

- Quiero entrar y verle trabajar.

- No te va a dar permiso

- Voy a llamar.

- No!

- Ha vuelto a girar la cabeza... igual se acerca a preguntarme... Ah no, vuelve a la madera. Qué edad tendrá? Podría decirle que quiero comprarle una guitarra a medio hacer, una que haya salido mal... 

- Se va a reír en tu cara, 

 - Para que serán esas piezas? Usará herramientas especiales? seguro que si, como en los reportajes que veo por facebook que tanto me gustan. Y las hormas esas con gatos... claro, para dar la forma a las... Espera, se mueve! Se va??? Por qué se va???

Y de pronto sentí un calor tremendo y un agobio terrible. Cuánto tiempo había estado pegada al cristal???? 

El pobre chico debió sentirse tan incómodo que optó por coger la herramienta y subir las escaleras de la tienda. Ahí fui consciente de lo que acaba de ocurrir. Me había convertido en una acosadora! Esto es lo que les pasa a los acosadores? Sentí ganas de gritarle LO SIENTO!!!! 

Salí calle arriba lo más deprisa que pude. Vi una tabernita un poco mas allá y decidí esconderme ahí. Esconderme? de quien? Nadie me perseguía. Pero así me sentí, como si hubiese robado una chuche del quiosco de la plaza. Me pedí una manzanilla y me senté en la mesa del fondo, cara a la pared. Al sentarme noto humedad en mi entrepierna... mieeeerdaaaa.... Bebo. Intento no pensar.

Ya más tranquila vuelvo a sacar el móvil y miro la foto. Joder, había hecho cuatro... Pobre chico! Que espectáculo más lamentable... habrá visto a una gorda chalada de pie mirándolo fijamente durante demasiados minutos con un móvil en la mano.... qué vergüenza por favor!!! Conocía mi lado voyeur... Pero con un puñetero carpintero...! Fue por la sensación de mirarle? porque en el fondo sabía lo que estaba haciendo???

En cuanto lo conté en el grupo de telegram se descojonaron todos... Acosadora de lutiers... me llamaban jajajaja!!! y era verdad!!!  En mi defensa decía que no era culpa mía que el taller estuviera tan a la vista, no? si no te gusta que te miren... pon un biombo, lechugas... Yo que sé!!!

En cuanto contactó Amo al día siguiente se lo conté también.. Me da por imposible... Aún ahora no puedo creerme que tuviese aquella reacción tan estúpida! Con lo lanzada que soy yo!!! y lo peor aún, que me excitase todo aquello... Pobre chiquillo. 




LO SIENTO!!!!!!


En fin... Que fue una semana interesante, altamente recomendable y que quiero repetir en cuanto me sea posible. A ellos, mis amigos de morbo, los sigo teniendo chiquititos,  guardaditos en mi móvil. Para que no se vayan. Y hablamos cada día. Más ahora que ya nos hemos abrazado y mordido... jeje. 

Me gusta esto del turismo de amigos. Si señor. Gracias Sevilla. Os adoro