Sobre la Espera. Reflexiones




Esperar: Según el diccionario de la R.A.E. significa: 

"Creer o saber que sucederá una cosa"

"Tener esperanza de lograr o de que realice algo que se desea"

(foto, A.B.G./Shutterstock)


Me llama la atención cómo un verbo tan sencillo ha tomado tanto protagonismo en mi vida desde que soy propiedad del Amo Sauron. Y todo partió de una frase que me dijo una vez y que se grabó a fuego en mi cabeza.

"Quien espera lo mucho espera lo poco" Parece algo tonto, pero adquiere una nueva dimensión a la hora de vivir una vida de sumisión a otra persona. 

Voy a transcribir, con el permiso de su autora, por supuesto, la escena de una novela que refleja lo que intento explicar.


... 
Como todos los domingos, José Ángel pasa toda la mañana en la cama con la tablet, mirando noticias, revisando correos y trasteando Internet en busca de ideas para sus proyectos. Laura se mantiene a su lado, observándolo, sentada en el suelo. No existe una perra más feliz en el mundo.
Ama Lucía había hecho un gran trabajo durante el adiestramiento de Laura. La inseguridad y la impaciencia son dos armas terribles, sobre todo si sueñas con someterte a alguien. Para la dómina, la palabra sumisión va íntimamente ligada al verbo esperar, en todos sus significados: por un lado, esperar siempre al amo, adaptarte a él, y por otro, no esperar nada del amo, eliminar las expectativas. El objetivo es convertirse en un lienzo en blanco sobre el que el amo dibujará su obra maestra.
Cuando te entregas a alguien, asumes sus tiempos. Es uno de los trabajos más difíciles, porque uno está acostumbrado a hacer las cosas cuando tiene que hacerlas: hablas cuando te apetece hablar, duermes cuando tienes que dormir y las horas que te marcas… tardas diez minutos, o treinta, en ducharte, recoges la casa en cinco minutos o en una hora; cada uno tiene su ritmo de vida.
La cosa se complica cuando asumes el tiempo de otro. Eso quiere decir que tienes que aprender a esperar y a ser feliz esperando. Si tu amo tarda en hacer algo una hora, tu deber es asumir esa hora, y si tu amo acelera, debes acelerar con él.
¿Qué hacer en el tiempo de espera? Eso ya depende de cada uno. Aunque no nos lo creamos, ocurren muchas cosas cuando no ocurre nada. Solamente el hecho de asumir tu propia existencia ya requiere de tiempo, ser consciente de uno mismo, de tu cuerpo... Al fin y al cabo, no deja de ser meditación.
Lejos del plano espiritual, la meditación que le enseñó Ama Lucía estaba más enfocada a vaciar la mente de sus propios pensamientos para dejar paso a los de la otra persona. En el plano de la sumisión debes asumir los gustos, los tiempos, las actitudes de la otra persona. Por algo es un sometimiento, una relación de poder y, para ser plenamente feliz, debes hacerlos propios.
Laura apenas llevaba dos días con su nuevo Amo y ya tenía material de sobra con el que trabajar, empezando por ella misma. Mentalmente iba recorriendo cada parte de su cuerpo, analizando los diferentes dolores que sentía: el escozor tan intenso del culo, el dolor del coño de los paletazos, aumentado por ese último pellizco que le arrancó el orgasmo; el de los músculos de las piernas y los brazos tensionados hasta el extremo... Todo aquello la ayudaban a ser consciente de quién era y por qué estaba ahí. Disfrutaba con el dolor, lo necesitaba para sentirse viva.
—¿Qué hora es? Tengo hambre —El amo rompe el silencio sin dejar de mirar su tablet.
Laura sale de su particular meditación, sonríe feliz mientras lo mira.

—La una, Señor. Te prepararé algo de picar.

....



En mi caso, la espera se ha convertido en una parte esencial en mi relación con el Amo. Siempre es él quien contacta conmigo por teléfono, cuando cree conveniente, a veces pueden pasar días, y, en vacaciones, semanas sin saber de él. Debo esperarle, cada noche que estamos juntos, a que me de luz verde a salir de mi escondite, cuando todos se han ido del centro de trabajo, también es él quien marca el tiempo que permanezco a su lado, y sólo él sabe lo que va a durar una sesión.
Al igual que le ocurre a la protagonista, debo saber administrar mis tiempos de espera. Llenarlos para evitar el terrible efecto que provoca la soledad mal llevada. 

Afortunadamente esa sensación solo la tuve al principio de nuestra relación. El tiempo me ha ido demostrando que pase el tiempo que pase, al final él va a estar ahí, conmigo, para mi. Y esa es la clave de la espera. La seguridad de un final feliz.
De nuevo vienen meses de separación, de robarle unos pocos minutos vainilla al tiempo que compartimos en el trabajo charlando como compañeros, y de afianzar el morbo y el vínculo Amo/sumisa de forma remota a través de nuestros móviles (benditas instrucciones).

Aún son las tres y media de la tarde, hoy no nos veremos, pero sobre las ocho, si puede y le dejan tranquilo en el turno, Amo me enviará al chat un "Hola puta, como llevas tu día libre?" y yo le contestaré... "Esperándote feliz". Y charlaremos hasta las tantas de la noche, como siempre. 

Entretanto aquí estoy, escribiendo mi diario, leyendo un poquito, (me regalaron por mi cumpleaños los comics de Mafalda y los suelo leer en la terraza con el cafetito) recogiendo la zorrera y ordenando mis cosas. Tengo una nueva instrucción. Tener en orden la ropa cada día para que no se me acumulen los montones. Algún día contaré mi noche de crisis, necesitaba orden en mi día a día con la ropa. Gracias, mi Dueño.

Y para rematar esta reflexión, el otro día volviendo en el coche, Escuché en la radio una canción ya olvidada que me puso los pelos de punta, que conocía de sobra, pero que hoy adquiere un nuevo significado en mi vida y quisiera compartir.

Amo... aquí va mi momento moñas del día. "Esperaré" de Presuntos Implicados:






Te quiero mucho. Gracias por estar al otro lado del camino. Te espero.




Fantasía vainilla IX

Hoy Laura quiere tener un detalle con José Ángel y antes de ir a verle al trabajo ha pasado a comprar unas hamburguesas para cenar en el restaurante favorito de ambos. Se ha maquillado ligeramente. Se siente feliz, hace días que no se ven. Saca su móvil y le llama.

- Hola amor...

- Qué pasa, negra?

- Estoy a una media hora de llegar. He pensado llevar cena, así estamos un ratito juntos. 

- Me había traído un tupper de casa... pero vale, me lo como mañana. Qué vas a traer?

- Sorpresa. Ya lo verás.

Al otro lado del teléfono José Ángel se ríe.

- Está bien... tú mandas. Pero como no me guste... te lo comes tú eh?

- Que sí, pesao! Vete buscando una serie en Netflix mientras. 

- Venga, ahora te veo.

......

Laura cruza la puerta del centro con las bolsas de comida y unas cerves fresquitas. Le da un beso a su chico y se las entrega. José Ángel reconoce por los logos de las bolsas el menú de esa noche y sonríe.

- Uuuh... Esto es mejor que mi tupper- Se dirige al office y va distribuyendo los paquetes encima de la mesa. Alza la voz para que Laura le escuche desde el puesto de vigilancia - Al final ni miré la película, churri. Pon tú la que te parezca.

Laura coloca una silla junto a la butaca de él, frente al puesto de vigilancia, se sienta y abre el portátil. Mientras trastea en internet, en busca de una película divertida, José Ángel llega con la bandeja repleta de paquetitos de cartón, envases de patatas fritas y dos latas de cerveza. Se acerca a ella, buscando un beso de agradecimiento que, por supuesto, recibe gustosamente, y se sienta en su butaca sin dejar de mirar la comida.

- Estoy deseando hincarle el diente. - José Ángel coge los dos paquetes de hamburguesas y se los muestra- Cuál es la mía?

- La que quieras, son las dos iguales. Pásame una cerveza, porfi.

Ambos cenan tranquilamente mientras la película va transcurriendo, de vez en cuando José Ángel la mira y sonríe orgulloso.

- Estás guapa... Te maquillaste?

- Un poquito - Sonríe Laura coqueta - Tenía ganas de verte.

- Y yo. 

Laura apoya la cabeza en el hombro de José Ángel y rodea su cintura con el brazo. Mientras siguen mirando la película, lentamente, mete la mano por el pantalón y le saca la camiseta de dentro, Le acaricia el culo. José Ángel pega un respingo.

- Loca! no vas a dejar ni que termine de cenar?

- Nop

- Para mujer.. que me voy a manchar el uniforme.

Laura se pone de pie y se coloca detrás de él, comienza a besarle la nuca mientras le levanta la camiseta por la espalda. José Ángel desiste de la cena y se limpia las manos como puede mientras deja que ella le saque la camiseta por la cabeza.

- No, si al final... Me vas a dejar con hambre.

Laura le gira la silla y se coloca a horcajadas sobre sus piernas. Se quita también la camiseta y el sujetador, le agarra del cuello y le acerca la cabeza hasta que lo besa intensamente.

- Tranquilo... nunca te dejaré con hambre.

Se levanta una teta hasta colocarla a la altura de su boca. José Ángel comprende el mensaje y masajea el pezón con la punta de la lengua unos segundos, para luego engullirlo y succionarlo con ansia. Laura jadea y se contonea sobre su pareja, haciendo que la erección sea inevitable. 

- Cómo me pones, cabrón... 

- Y tú a mi, jodía. 

José Ángel estruja las tetas de Laura mientras se vuelven a besar.

- Vamos al sofá. Aquí estoy incómoda - Dice Laura levantándose. Le toma de la mano y lo lleva al fondo de la estancia. Una vez frente al sofá, aun de pie, ambos aceleran el encuentro con ansia, José Ángel termina de desnudarla, Le baja los leggins y las bragas con violencia, ella se descalza mientras le desabrocha el cinturón. 

Tras unos segundos de forcejeos con las perneras y los calcetines, ambos acaban desnudos, él sentado en el sofá, ella sobre él, pecho con pecho. 

- Así mejor... no crees? - Pregunta Laura sonriendo maliciosamente

- Muuuucho mejor.

- Quiero follarte duro... Cabrón

- Estás tardando

Laura se levanta ligeramente y se coloca con la mano la polla de José Ángel entre sus labios mayores. Cuando la tiene, se deja caer sobre ella hundiéndose hasta el fondo con un quejido de placer de ambos. Comienza a mover las caderas sobre su amante, primero lento, acelerando después, botando y haciendo que sus tetas reboten en el pecho de él, quien acompasa los movimientos empujando con fuerza sus caderas y llevándola a un intenso orgasmo.

- Diooos.... Te quiero!!!! - Grita Laura sin control alguno de su volumen de voz. Suaviza momentáneamente el ritmo, momento que aprovecha José Ángel para cambiar de postura. La mueve del brazo invitándola a levantarse.

- Ponte de cuatro - Le ordena.

Laura obedece, recomponiéndose el pelo y aún en trance por el orgasmo. Abre bien las rodillas sobre el sofá y encorva la espalda para exponer su sexo.

José Ángel le busca la abertura con el glande en la mano y cuando la consigue meter empuja fuerte haciendo que Laura se precipite contra el respaldo del sofá. Aprovecha ese momento para agarrarla del pelo y tirar hacia sí, encorvando aun más a Laura, que gime descontrolada.

- Follame!!! Fóllame hijo de puta!!!! Grita Laura entre espasmos y empujones sobre el sofá

- Voy a correrme, zorra... no puedo aguantar más....

- Nooo!! mierda! - Laura reacciona impulsivamente y se separa hacia un lado. Se gira y agarra la polla de su amante con la mano y se la mete en la boca - Ya sí, dámelo todo, amor... córrete para mí.

José Ángel tarda unos segundos en recomponerse, pero pronto retoma su excitación, y dentro de la boca de Laura termina de correrse entre jadeos y gemidos de puro éxtasis.

- Qué rico putaaaaa!!!!

Cuando todo se relaja, Laura, aun con la boca llena, sale al baño y suelta en el lavabo el semen de su boca. Se enjuaga con el agua fresca del grifo y vuelve a la estancia. Mientras se seca con una toallita de papel sonríe a su chico satisfecha.

- Ha estado brutal...

- Siiii!! - Contesta José Ángel mientras se viste - Dios, cómo me hacía falta esto... - Ve a Laura sentada en el suelo, componiéndose la ropa y algo le llama la atención.

- No entiendo cómo puedes ir con un calcetín diferente en cada pie. 

Laura sonríe divertida

- La verdad... Me jode emparejar calcetines. Me pongo los primeros que pillo en el cajón.

- Si alguna vez vivimos juntos recuérdame negociar este tema.

- Pues ya puedes ser convincente... - Se pone de pie de un salto y le besa en la boca - Porque soy muy dura negociando.

José Ángel vuelve a su butaca, en el puesto de vigilancia, coge lo que queda de la hamburguesa fría y se vuelve hacia Laura.

- Qué?? Me vas a dejar terminar de cenar... o quieres volver a interrumpirme con tus artimañas de súcubo.

- Mmmm... - Laura lo mira juguetona - Te dejo, por ahora... pero estate alerta que igual hay un segundo asalto cuando llegues al postre...

- Eh!! Una leche! Se terminó por hoy. Tráeme otra cerve y en cuanto termine la película te piras, que tengo ronda y me queda todo el turno. 

- Vaaaaalee... pero dame un beso. No me quieres o qué???

- Que si te quiero, coño, pero no puedo relajarme contigo cerca. Me despistas.

- Eso es que me quieeeereees... - Laura baila alrededor de José Ángel... - No puedes estar sin miiii... - Canturrea mientras le besa el cuello.

José Ángel se pone serio y alza ligeramente la voz, habla asertivo y con la voz grave.

- Laura... o me dejas cenar y ver la película o te mando a casa.

Ella se da cuenta de que la amenaza va en serio y baja la cabeza. Se termina de vestir en silencio y se sienta en su silla, coge la cerveza y bebe sin dejar de mirarlo.

- Perdón. Ya te dejo en paz.

- Te quiero mucho, negra... pero se te olvida dónde estamos.

- Ya, coño... pero es que te necesito!

- Y yo a ti, tesoro... Pero esto es lo que hay.

Laura suspira derrotada. No va a conseguir jugar más por hoy. Le sonríe y le da un beso en la mejilla.

- Perdona amor, termínate tu hamburguesa... y ahí tienes la mía, que yo no quiero más.

Tras los chimpunes finales de la película y a un gesto de José Ángel, Se levantan ambos, recogen los platos y las bolsas y Se despiden con un intenso abrazo calentito. Laura lo mira reprobándole.

- Me abrazas poco... Esto entrará en la negociación de los calcetines... que lo sepas.

- Ya, pues ve pensando en ponerte unos aros en los pezones.

- Y una polla...! Póntelos tú en los huevos y luego me cuentas.

José Ángel le da un azote en el culo a Laura y sonríe con malicia... 

- Y cuidadito con lo que negocias... que igual acabas sobre mis rodillas con el culo caliente.

Laura se pone roja como un tomate.

- Anda... déjate de tonterías. Me voy a casa. Mañana hablamos?

-  Claro, negra. Hasta mañana.

- Hasta mañana amor. Te quiero.

- Más te vale.





P.D.

A petición popular añado el enlace a la página del diario donde escribo un día real con mi Amo, Vean ustedes y juzguen si esto que escribo hoy es o no una fantasía. ; b

                                                 Bendita Rutina