Alineación de planetas. Cinturón

He descubierto dos cosas. Que los azotes definitivamente me sirven de terapia y que el cinturón del uniforme de seguridad de Amo no es normal... duele como una puñetera pala!





Madre mía, llevaba una temporada que me subía por las paredes... Desde julio sin probar dolor. Bueno, directamente de Amo, quiero decir. Instrucciones tuve. Pero también esporádicas. Y porque las pedía. Amo tiene la cabeza en otra parte. No pasa nada. Yo espero.

No sé si a otros amos les pasa. El mío necesita que su entorno esté en orden. Y realmente está pasando por una etapa de cambios importantes. Y yo lo noto.

A mi tampoco es que me fuera mejor. Llevo una racha de enfados y rupturas extrañas. Me enfado hasta con amigos... Cada vez tengo menos paciencia y tomo decisiones drásticas. Vuelvo a las explosiones de ira y eso no es buena señal. Mi cuerpo me pide estallar. Eso sólo sabe canalizarlo Amo.

A pesar de todo he sabido ser la sumisa perfecta para él, me he preocupado especialmente de ser el reposo que necesita. Estos meses he sido una buena perra de compañía. Me siento la mujer más feliz del mundo cuando Amo me mira y sonríe satisfecho. Ahí se me olvida todo.

Eso si. No me ha faltado mi buena dosis de bofetones y las buenas mamadas que sólo yo sé hacerle. Jeje... A mis colegas del grupo les digo que estoy a régimen de pan y seta...  jajaja!!




Hemos pasado una etapa bastante buena en ese sentido, las rutinas hacen que se afiance nuestro vínculo. Conversaciones interesantes, arreglamos el mundo, nos reímos. Vemos pelis y le alimento como mejor sé. Me siento orgullosa.... Amor? Supongo que algo de eso hay. Aunque siempre bajo control.

Ahora cuando estoy con él además del collar negro de perra llevo puestas unas grandes muñequeras preciosas de cuero negro con hebillas. Me gusta sentirlas. Me hace sentir más guapa con ellas puestas. Más perra. Más puta. Amo no me ata. No lo necesita. Pero le gusta enganchar los dedos en las argollas y ver cómo me excito cuando lo hace.

He probado platos nuevos. El gran descubrimiento del siglo. La entraña de ternera. De sabor intenso pero no de víscera, sino de carne. Todo un manjar. Hay muchas recetas por la red.

Así las cosas, de pronto un día...

- El domingo que viene si todo se da bien te voy a poner fina. Tengo ganas.

Uooooooooh!!! bieeen!!

La puñetera semana más larga de toda mi vida!!! y encima para colmo ni siquiera se dio bien. Me cambiaron el turno en el último momento y ni coincidíamos... Pero no hay nada que una zorda con una promesa de azotes no sea capaz de solucionar. Y contra viento y marea me presenté a las 10 de la noche en el centro (es cuando hay cambio de turno y Amo se queda solo y me ordena entrar).

Esta vez la cena eran unos filetes rusos y puré de patatas.

Estaba nerviosa. No siempre que hay promesa de dolor ocurre. Si el día ha sido duro no suele tener ganas. Así que por si acaso, decidí no esperar nada. Pero los nervios ahí estaban.

Cuando Amo terminó su cena y finalizó la película que estábamos viendo me dice:

- Vete preparando el culo. De cuatro. Contra la pared.

- Si, Amo.

Voy gateando hacia la pared del fondo y me bajo el leggin exponiendo el culo. Espero.

El corazón me iba a mil. El primer impacto siempre me pilla desprevenida. Sabré aguantar?  Hace mucho que no pruebo el dolor... y no se si mi cuerpo podrá...

PAAAAMM!!! La puta! Empieza fuerte! Respiro rápido. Tengo que ir adaptPAAAAMMM!!!  AAAHHH mierda!!!  Amo va azotando, primero en la nalga derecha.. luego la izquierda... no me hace contar. Cosa que agradezco. De vez en cuando uno me hace mucho daño y me incorporo para ganar tiempo. Vuelvo a colocarme. Está siendo duro. Sé que no es ninguna de mis herramientas, Tiene que ser el cinturón. Joder, pero por qué duele tanto?

Siguen los golpes a ritmo... Amo me indica con el pie que separe las rodillas, me azota el coño. UUUf! eso sí que me gusta. Primero suave... y me salen gemidos... después aprieta y golpea hasta que el dolor me obliga a sentarme pidiendo tregua. Vuelvo a mi posición... continúan los azotes... blandos, duros... y muy duros. De pronto cuatro, cinco seguidos me sacan un aullido de dolor y me llevo las manos al culo, desesperada... Esto sí que duele!! Me acaricio para relajarme. Noto los relieves de una lineas paralelas... guau... no es una vara. La vara pica y esto es dolor. Es el cinto sin duda. Fascinante. Quiero más, Amo. Déjame el culo como para no sentarme en meses, por favor. Vuelvo a mis cuatro patas y esta vez desafío a Amo... Aparto más las rodillas y bajo el pecho. Expongo el culo y mi coño lo más que puedo.

Amo acepta el reto, aumenta el dolor. Yo no paro de gemir... me enfado, gruño y lloro. Repite más veces los cuatro golpes seguidos y rabio. Golpeo el suelo y la pared... aprieto los dientes y maldigo en arameo... pero quiero más...  A cada golpe me retuerzo, pero vuelvo a colocarme... Empieza el calor de verdad... Voy a correrme en cualquier momento...

- Cuenta.

PAAAAMMM!!!

No me salen ni las palabras... uno...

- No te oigo! PAAAAAMMM!!!

- DDDOOOOSSSJODEERR!!!!! Me arde hasta la cara...

Amo golpea sin miramientos. Contar me Jode porque no quiero hablar. Me llevo la mano al coño... me estoy excitando muchísimo... me pongo de rodillas sin dejar de tocarme..

- Amo... me voy a correr...  por favor... Esta vez me esfuerzo por ser educada. No quiero que me diga que no.

- Córrete.

Me pongo la mano debajo mientras mi cuerpo se deja llevar por el orgasmo. No quisiera gotear la moqueta. Eso no me lo perdonaría. Pero en éste no eyaculé. Bien, buena chica...

- Gracias... - Vuelvo a mi posición... quiero más... Amo sigue azotando... veinticinco... veintiséis... y de pronto vuelve a repetir varios seguidos!!! Mierda! me sentía ridícula contando rápido y soportando el dolor tan intenso... veinticuatroveinticincoveintiseisaaaaahhhh Paaaara!!! Me incorporo como si tuviera un resorte... Estoy temblando. Déjame respirar ostia!!!!!!!! Le digo con mi cuerpo. Respiro unos segundos dejando a mi cuerpo volver a su estado y que dejase de temblar... Me relajo y vuelvo a colocarme.

- Cuantos mas quieres?

Nooooo.....

- No me preguntes eso... - Gimo contrariada.

- Que cuántos.

- Diez más por favor, Amo.

- Bien, cuenta, puta. PAAAAAMMM!!!!!!!

- Treinta y tres... - Ya estaba saturada... conté mis últimos diez al límite de mi dolor. Ni siquiera sabía si los aguantaría... pero los aguanté. El cuarenta y tres fue realmente duro. Amo se tomo un par de segundos y me dio uno muy fuerte tras ese. Coño!!! Cuarenta y cuatro???  AAAAHHH! Me enfade!!

PAAAAMMM!!!! cuarentaycincooo!!! Paraaaaaaa!!!!

PAAAAAMMMM!!!! mecagoenlaleche!!!!cuarenta y seis!!!!


Amo para... y yo no paro de llorar. Estaba exhausta... al límite. Veo sus zapatos marcharse unos segundos y volver. Entra en mi campo de visión la porra... Me asusto. Pero me preparo para más golpes. Sería una buena prueba de superación de límites.

- Mastúrbate. Yo te avisare cuándo correrte.-  Y se marcha...

Me siento en el suelo. Ostia como pincha la moqueta!!!! Auuuu! Me encanta!

Nada más meterme la porra me llega una oleada de placer tremenda. Mieeerda no!! Me la saco. Amo aun no me mira. Tengo unos segundos para componerme. Se que va a ser largo y Me va a doler de verdad. La observo. Lleva pegada bajo la empuñadura una etiqueta chiquitita con su nombre... muero de amor y de morbo mirándola... y me la vuelvo a meter... Va a ser terrible...  comienzo a masturbarme. Amo entra a la estancia como si nada y se sienta en su silla. No le veo. Jodeeer...  Yo sigo a lo mío... pero a los pocos segundos me vuelve la ola de calor... Amo...

- Amo... ya...

Amo me ignora por completo. Yo sigo meneando la porra. Cambio de mano.

- Amo!!! por favoooor...

- No la veo moverse...!!

Acelero el movimiento... empiezo a llorar. Llorar me ayuda mucho a controlar el orgasmo. Tengo la garganta seca, noto un hormigueo en los dedos de los pies y el culo rabia sobre la moqueta. Amo impasible sigue en su silla....

Casi se me va uno fuerte... cierro las piernas de golpe con la porra dentro, me tumbo y me coloco de lado... no puedo maaas!!! Me duele el brazo!

- Amo.. pooor favooorporfavoor...

- Sigue...

Ya ni llorar me valía. Empiezo a pensar en qué se yo, lo que iba a hacer al día siguiente... mientras entraba y sacaba la porra de mi coño. Notaba ya hasta la rugosidades del cuero... Tenía que tener aquello en carne viva... No podía mas...

Pero Amo seguía impasible. Me estaba ignorando???

Voy bajando el ritmo...  así no me excito tanto... podría estar ahí aguantando hasta mañana si el quería. Me mentalicé de que así sería... mi cerebro hizo clic. Deje de llorar. Mecánicamente jadeaba, estaba taaan cansada...

- Córrete si quieres

Cerré los ojos de puro alivio... gracias.......

Me incorporé cansada y me fui a gatas al cuartito contiguo, en el que no había moqueta... me quité el legguin, que ya lo tenía en los tobillos y los calcetines. El frío suelo de gres me dio mucho placer.

Termino de masturbarme, ya sí, dejando que todas las sensaciones fluyan. Y eyaculé... Durante varios segundos. El orgasmo fue tan intenso que se me durmió la cara.

Tras ese, y flipando en el charco que había creado, me llegaron dos oleadas más... las dejé que se apretaran en el estomago y apreté mi cuerpo con fuerza... El escalofrío me llegó a la nuca. Estas ya fueron secas. Menos mal.

Miro a mi alrededor. Comienzo a reír...

- Estás bien? - Me dice Amo desde su sitio.

- Jajajaja!! La he liao parda... Amo!! No tendrás una fregona...? No puedo moverme de aquí!

Amo me trae la fregona y un taco de servilletas de papel. Me ayudo del palo de la fregona para incorporarme. Me seco las piernas, la cara y el culo. (este último a golpecitos suaves.. que dolía la leche). Y seco bien la porra y el suelo.

Me vestí y me fui a abrazar a Amo.

- Gracias gracias gracias...

- Un placer. Esta noche pintalabios al culo y a dormir al suelo. Y ahora pa casa. Y sin torcerse. Podrás conducir?

- Jajajaja!! No lo sabes tú bien... (Tres cuartos de hora de camino con el culo ardiendo sentada en el coche?? ya te digo! estaba deseando... y hasta dormiré en el suelo y todo! jajaja!!) Te quiero, tesoro.

- Y yo.

Me dio un beso calentito. Apuré lo que me quedaba de mi cerve de la cena y marché para casa. Cuando salí a la calle hasta el aire me olía mejor. Me acaricie mi dolorido culo y respiré satisfecha.


Te quiero Amo. Muchísimo.