Sobre la tortura real. Reflexiones

Anoche apenas pegué ojo. Se me ha descompuesto hasta el estómago. Tengo una sensación muy desagradable en el cuerpo.

La frivolidad del ser humano....

Ayer vi La voz Dormida, sobre la represión durante el franquismo, buenísima, por cierto, eso si. Me harté de llorar.




Y me dio por pensar en la cantidad de gente que sufrió torturas y vejaciones... para que venga yo ahora a frivolizar sobre que me gusta el dolor... y que quiero probar que me hagan tal o cual tortura...

La verdad es que me sentí fatal. Es cierto que mi disfrute se debe al control que tengo sobre el dolor que me es infligido. Pero me pongo en la piel de una mujer que haya recibido torturas reales y se le presentase mi diario ante los ojos... Qué pensaría de mí. Que no sé de lo que hablo... supongo. Que soy como los críos ricos jugando a las batallas mientras se muere gente reventada con los bombardeos...

Qué puto mundo. Unos sufriendo y los que vivimos bien jugando a sufrir.

Cómo se gestiona ésto?

Estoy comentándolo con mis compis del Sótano... No se cómo gestionar este malestar... y si. Me dicen que el consenso... el control...

Ya vuelvo yo a mis por qués... Cómo puede ser posible que algo que debería rechazar por pura supervivencia me atraiga?

Será que el ser humano lleva dentro esa naturaleza del sufrimiento, del sometimiento, y se haya atrofiado con la evolución (involución más bien...)? Que la parte violenta se ha guardado tanto que necesita salir?

Cómo puede ser posible que viendo una puñetera película (Porque espero que jamás en mi vida tenga que pasar por una situación así) Se me revuelva el estómago y me muera de culpa por desear pasar por algo que para otra persona ha sido la situación más traumática de toda su vida... ?

Llevamos la violencia mal canalizada? Reprimida por la convivencia en sociedad? Somos como pequeñas bombas desactivadas que de vez en cuando amagan con activarse... Yo con el juego BDSM, otros con los juegos de ordenador. Otros con los deportes de riesgo o las carreras de motos... las películas de miedo...

La escena en la que a la protagonista la torturan los pezones con las pinzas de la batería del coche y le dan las descargas... joder! y yo pensando que qué bruto el soldado que las pinzas del coche es demasiado! La parte de la electricidad no tanto... pero las pinzas...! Me siento tan frívola.... tan estúpida... y hasta sentí envidia por la actriz que tuvo que rodar aquellas escenas. Se sentirá igual que yo? Afortunada por pasar por eso como ficción? Culpable? Frívola?

Puñeta de cerebro... como dice mi madre siempre... Ay! qué ganicas de abrirte la cabeza y ver lo que llevas dentro.

Y aquí sigo con mi run run... Anoche ni fui capaz de ver los gifs cochinos que nos mandamos en el sótano. Espero que se me pase pronto. O no... yo que sé.


No se va el pellizco, lechugas.


Supongo que necesitamos alimentarnos de la ficción. Desde los juegos infantiles. Recrear situaciones. Vivir experiencias extremas controladas nos otorga poder. Seguridad. Realmente el BDSM no deja de ser una recreación de una situación extrema. El cerebro es el que se encarga de segregar una u otra sustancia... pero por qué? para qué? Porque lo teníamos como medio de supervivencia cuando éramos animales? Ésto es como el dedo meñique del pie? un miembro atrofiado de la evolución?

Por favor... algún psicólogo bdsmero en la sala...



1 comentario:

  1. no se que decir creo que desde la perspectiva mia el dolor, se lo entregamos a alguien por que confiamos en esa persona y nos sentimos seguras pero si fuéramos a vivir una tortura real seria diferente ya que no tendríamos seguridad ni bienestar
    creo que todos los seres humanos somos masoquistas por naturaleza o sino como se explica el echo de quererse subir a una montaña rusa o practicar deportes extremos
    saludos desde colombia tu amiga jade sofhia

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