sesión de shock


Me voy a hacer fetichista de las marcas!

Lo primero que hice al levantarme hoy fue mirarme la espalda en el espejo, jajaja!!

La verdad es que estas últimas sesiones son más cortas de lo habitual, pero muy intensas en cuanto a dolor.

Lo estuve preguntando en el foro, (aquí) si en el BDSM existía un equivalente a un "polvo rápido", pero parece ser que no, así que las voy a llamar sesiones de shock.

Es brutal, no llega ni a quince minutos y me deja completamente nockeada. Como dice mi Amo, un combate a un solo asalto. Dolor extremo, intenso y corto. Y luego a seguir con la vida como si no hubiera pasado nada.

Ahora estoy con la sensación esa del post shock, observando en el espejo mis marcas perfectamente definidas y moradas de la hebilla del cinturón.




Sólo un mensaje, sin previos, sin avisar, cuando Amo quiere usar a su perra.

-  Ve al almacén.

* Si, mi Señor.

Cerrar la puerta tras de mi y besarme Amo apasionadamente es todo uno. Riiiico Amo.

Después vienen las ostias en la cara. Amo golpea muy fuerte.

Cuando me abofetea paso por tres fases. La de pedir... "Amo pégame, por favor", que me pone cachondísima, luego viene la segunda fase, a partir de la número quince más o menos... cuando empiezo a esconder la cara para darme tiempo a recuperarme de cada golpe. Aquí es cuando me mido con Amo. Él me acaba sujetando del cuello contra la pared para que no pueda esconderme. Yo no voy a decir la palabra de seguridad y él no parará hasta que la diga. A Amo no le gusta que le desafíe... pero soy guerrera y disfruto superando los límites. Siempre me dice "no me mires así, puta" pero así le doy una excusa para que me castigue más duro.

Cuando realmente ya no puedo más (y ya no sólo por el dolor, sino por temor a que me pudiera quedar alguna marca en la cara, no estoy preparada aún para responder ante un ojo amoratado o un labio partido) es cuando acepto mi derrota y digo la palabra. Alguna vez Amo ha dejado de golpear para castigar otra parte del cuerpo... eso lo considero mis pequeñas victorias. Aunque creo que él lo deja por aburrimiento. Prefiere martirizarme con algo más intenso.

Últimamente estoy usando una palabra intermedia. Para. Cuando le pido parar es que estoy a punto de decir la palabra de seguridad. Que si tiene alguna idea macabra que probar lo haga ya, porque voy a parar el juego en cualquier momento. Y lo sabe... cuando le digo para... Intensifica la fuerza y provoca que al final acabe diciéndola.

Ayer me ocurrió con el cinturón. Yo sabía desde hacia semanas que Amo quería probar azotarme con  la hebilla del cinturón. Yo no veía el momento de que probase aquello, y cada vez que sesionábamos y se lo sacaba de las trabillas del pantalón.... me moría de ganas de que fuese con la hebilla. Hoy lo experimenté... diooos que dolor más intenso.

Tras mi "rojo" de bofetadas (que Amo me sacó como siempre, tras lágrimas, súplicas y gruñidos) me agarró del brazo, me volteó de golpe y me empujó para que pegase la tripa a la mesa. Me subió la camiseta hasta casi la nuca y me hizo agarrarla con una mano, luego me bajó el leggin exponiendo la mitad de mi culo.

Con la mano que me quedaba libre me agarré fuerte al borde de la mesa.

- Prepárate puta... ésto te va a doler.

Comenzó suave... super placentero. No se cuantos cayeron, no me hizo contarlos... y fueron bastante seguidos. Fue intensificando el golpe... Pasó del picor, al dolor y de pronto ZAAAAS!!! un escozor tremendo me saca un grito del mismísimo hígado... Eso buscabas Amo? Ese nivel?

A partir de ese todos los demás golpes cayeron con la misma intensidad. Solo gritaba y me agarraba a la mesa, creía arrancarla de la tensión con la que agarraba tras recibir cada correazo... Estaba desesperada.. no me daba tregua... Golpeaba mi espalda con fuerza... Hasta que no pude más, mi cabeza me pedía huir y me agaché llorando en el suelo.

De poco me sirvió, porque volvió a subirme la camiseta y me dio más fuerte... AAAAAAAHHH!!! levanto las manos protegiéndome y pidiendo tregua... y me incorporo para volver a mi posición sobre la mesa, de paso consigo unos segundos para recomponerme de la tortura. Si Amo... perdón... ya vuelvo a la mesa...

Esta vez Amo me dejó la camiseta bajada mientras azotaba mi espalda y pude disfrutar de verdad de los azotes... eran blanditos, sordos y suaves... Au Amo.... me voy a correr.... Gimo de placer...y me rozo el coño con el borde de la mesa....siiiiii.... Amo... te adoro...

- Te está gustando, cerda?

- Si...

- Si, qué, puta de mierda!!!

- Si, Amo.... me está gustando mucho....

- Bien zorra, no he acabado contigo.

Vuelve a descubrir mi espalda....mierda. Esta vez me agarra él la camiseta arriba y se pone en un costado...

Me agarro de nuevo a los bordes de la mesa y me preparo.

- Voy a ser muy duro, entendido?

Asiento con la cabeza pegada a la mesa

- Vas a pedírmelo tu. Cuando me digas empiezo.

Respiro hondo dos veces y me preparo... noto a mi Amo presionar con la mano la parte alta de mi espalda... Vamos puta. Luego tendrás tus tan deseadas marcas. Cierro lo ojos.

- Azótame Amo, por favor.

Diooooos como escocía!!!... no se cuántos eran, pero estuve en un grito continuo, no me daba tiempo a recuperarme.... Solo gritaba ....AAAAHHHHAAAMOPARAAAPORFAVOOOOOR!!!!!! lloraba y apretaba fuerte la mesa. Me temblaba todo el cuerpo...  Duro, durísimo y tan intenso como nunca.

De pronto para... me cubre la espalda de nuevo y me sube los leggins. Me acaricia... buena chica. Yo voy entre sollozos, hipidos y sorbidas de mocos recuperando poco a poco el aliento. Tengo la boca seca.

- De rodillas puta. Haz tu trabajo.

Siii.... mi hora de premio.... gracias Amo...

Con toda la cara conjestionada de la intensidad y la espalda aún mordiéndome de los azotes, me incorporo y me coloco el pelo. (Como si fuera a estar más mona, Juas!!!) Noto un frío extraño entre mis piernas. El legguin esta muy mojado, me he corrido???? Bueno, ya pensaré eso después. Me pongo de rodillas y abro la boca. Espero a que Amo me dé de merendar. Diooos que rico. Mi premio por ser una buena zorra. Gracias Amo... estás muuuy duro. Te gusta que grite.... Amo sádico... Comienzo a lamer con amor... mi mamá me enseñó que hay que ser agradecida, y poco a poco voy apretando más la lengua y entrándome la polla cada vez más hondo. Amo está muy excitado y eso me enorgullece mucho. Amo disfruta de mi dolor... y yo cada vez aguanto más... Amo... voy a hacer que te corras como en tu vida...

Dedico todo mi cuerpo a dar placer a mi Amo hasta que gime y le tiemblan hasta las manos. Siiiii... Amo... te quiero...

Amo se corre bien a gusto dentro de mi boca. Gracias.

Y como si de un ritual religioso se tratase, le compongo la camisa, el pantalon, el cinto.... dios ese cinto... se lo cierro y lo lamo. Quiero marcarlo. Es mio.

Mantengo mi posición en el suelo, hasta que Amo no salga de la estancia debo estar a sus pies.... me levanta la cara por la barbilla, me besa la frente y se marcha.

Hoy no hay cerves... hay que seguir currando. Me labo la cara y me compongo el pelo. Es imposible disimular la cara de zorra satisfecha que tengo en este momento. Intento no cruzarme con nadie.

Y con la espalda y la cara ardiendo y aún en estado de shock... me voy al despacho y finjo seguir currando.





Gracias, gracias, gracias, Amo. Te quiero.




3 comentarios:

  1. Excelente crónica, muy para identificarse. Perfecta. Gracias.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias!!! Eres mi primer comentario!!! 😙😙😙😙😙😙😙
      Me alegro que te guste.

      Un detalle por tu parte.

      Eliminar
    2. No es que hayamos comprado kilos de flores, pero la agradecida soy yo porque tuviste la buena idea de escribir y publicar un texto donde hasta el sudor de tu piel puede olerse. Gracias.

      Eliminar