Obediencia al Amo

Llevo días analizando, leyendo, buscando.

Vuelvo a mis por qués... qué raro eh? jajaja!!

Si Amo, si. Me como el tarro. Mucho. Le doy mil vueltas a las cosas. Tú las asumes y las disfrutas. Yo tengo que saber por qué. Ojo. Que también lo asumo... si no, no andaría mojada el día entero... y me encanta descubrir que cada vez soy mas zorda y más morbosa... y no sé que haría sin ti.

Un amigo el otro día me preguntó por qué... Por qué hago ciertas instrucciones? Por qué y para qué acepto instrucciones como rezar al Amo, dormir desnuda en el suelo o masturbarme con un calabacín y luego comérmelo estando sola en casa. Él nunca le ordenaría algo así a su sumisa... Mi contestación fue clara. Me excita obedecer, y sinceramente, me aburría de masturbarme. Ésto es más creativo y mil veces más excitante y morboso.

Me excita obedecer.

Por qué lechugas me excita obedecer?

He estado buscando estudios sobre la obediencia.. Todos acaban remitiéndome al cruel experimento de Milgram. (Aquí) Y me preocupé más de lo que estaba... jaja!!

Luego estuve leyendo sobre la teoría, también del tipo éste, del Estado Agéntico. (“la esencia de la obediencia consiste en el hecho de que la persona se ve a sí mismo como un instrumento que lleva a término los deseos de otro individuo y, por tanto, no se ve como responsable de sus acciones") Y aquí me vi un poquito más reflejada.

Me gusta el dolor. Me gusta el sexo sucio y el morbo a niveles que aún no he sido capaz de medir. Pero yo misma no puedo hacérmelo. Porque chocan con mi moral. Se me hace raro, feo... frío y sin morbo, aún no sé cómo solucionarlo, pero de momento así es. Amo se encarga de meterse dentro de mi cabeza, ver lo que no sale y sacarlo. Y encima disfruta haciéndolo...!! (No hay días en la existencia humana suficientes para agradecerte lo que haces por mi) Cómo no voy a ser obediente a una persona así!

Hace tiempo, en otro post, escribía sobre mi pasado morboso. Mis primeras experiencias sexuales y de pareja y vuelvo a reiterarme en una cosa. Siempre busqué a mi pareja estable, mi media naranja, mi compañero de vida... y por detrás me metía en historias sexuales morbosas y divertidas. (Aquí) Hasta que rompí la puerta del armario y asumí que yo soy morbosa, sucia y depravada... y no necesito enmascararlo para ser aceptada. Es más, no necesito la aceptación de nadie!!


Es como el tema de la sumisión. Evidentemente si buscas en Internet sumisión todo o que sale es negativo. Lógico. Y yo, Laura, suscribo cada crítica y cada lucha por erradicar la sumisión en el núcleo de la pareja y de la sociedad en general. Soy feminista y lo defenderé hasta que me muera.

Ahora bien. Cuando hablamos de un contexto sexual... hace unos años que dejé de hacer caso al coco de arriba y empecé a escuchar a mi cuerpo. Y me temo que los mensajes que me manda mi entrepierna son muuuucho más convincentes y positivos que los del cerebro.

Dicho esto:

Obedecer a mi Amo no sólo elimina de un plumazo mis prejuicios morales católicos, mis alarmas sociales, y mis barreras éticas. Además me proporciona un placer tan brutal que he eliminado de mi vida el propio concepto de igualdad en el sexo. Amo está por encima de mi. Amo me marca y me ordena. Y yo obedezco y agradezco. Porque así es como disfruto. Porque quiero seguir húmeda. Porque soy feliz y quiero seguir siéndolo.

Ale... ya no me rallo más. Ya sé por que me excita obedecer, jajajaja!!!

Estas dos últimas semanas están siendo realmente excitantes. Amo ha subido el nivel y espero estar a la altura... en cierta manera se lo he pedido yo... Qué coño...! Se lo pedí explícitamente a gritos a través del diario jajajaja!!!!

El caso es que me está gustando mucho, se están rellenando los huecos y ya no duele. (Bueno... por fuera si, eh? Que vaya instrucciones...jajaja!! pero me refiero adentro). A quien tenga curiosidad, las escribiré más adelante en el apartado de instrucciones.

Estoy deseando verte... eso ya lo sabes, pero al menos no siento vacío en tu ausencia. Gracias por darle tanto placer a tu zorra. Te aseguro que vas a tener una puta cachonda, salida y viciosa como ninguna otra pegadita a tus pies, Señor. Por muuuuuuucho tiempo...







Te quiero mucho, Amo. Mucho. Y como nos decíamos al principio... al tipo este, al simpático del uniforme, también ;-b


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