Adiestramiento / Control del dolor / Análisis






He necesitado un día entero para asimilar esta última sesión.

Amo va entrando cada vez más en mi cabeza… yo intento ser lo más transparente posible para que en las sesiones sepa en qué punto estoy. Sé que muchas veces él no disfruta por estar pendiente de mí y yo quiero que él disfrute como yo.

Esta última fue una sesión de adiestramiento. Control del dolor. Amo va a llevarme al límite. Me da a elegir instrumento y número.

* Vara. Cincuenta golpes.

- Vale. Cincuenta. Vara larga. Calentamiento previo, por supuesto.

Ese día yo no trabajaba, así que esperé a que Amo cerrase el centro y entrar.

Le saludé rápido con un beso... estaba tan nerviosa...

- Ve preparándote. Cuando estés lista me avisas.

- Si, Amo.

Me voy al despacho y abro mi armario (cuya llave me llevo siempre a casa...) donde guardo el kit de arween. Esta vez meto en la bolsa la pala, el flogger y la vara larga. Tenía la adrenalina por las nubes. Estoy preparada para el dolor. Quiero pasar por ésto.

Cuando estoy desnuda en el escenario a punto de colocarme en posición de reverencia (rodillas al suelo separadas, pies tocando los pulgares, pezones rozando el suelo, brazos estirados cruzados, la mano del anillo por encima de la otra y el pelo hacia el hombro derecho) escribo a Amo.

* Cuenta un minuto y ven.

A partir de aquí desconecté... La verdad es que fue tan intenso que no recuerdo la secuencia. Así que iré describiendo las sensaciones y si voy recordando, apunto.

Para “calentarme” utilizó todo mi cuerpo. Fue midiendo distintos niveles de golpes y analizando reacciones. Yo a mi manera también lo hacía. Hoy no había sub espacio, era adiestramiento y control del dolor.

Los varazos en las manos… interesante sensación, picante, excitante y muy morbosa, me lleva a los castigos de los profesores de antes… si encima te ordenan extender las manos y prepararte para el golpe… uf. 



Los varazos en las plantas de los pies. Definitivamente no. Duele muchísimo y encima no soy capaz de traducirlo en excitación. Lo comparo a pillarse un dedo con una puerta, o morderte la legua cuando estás masticando un hueso. No me gusta…. No

(Recordatorio: poner en mi lista de prácticas un 0)

La pala de cuero… brutal. Pica pero no duele. Amo la intercalaba con la vara… y era como golpe y caricia…Me gusta mucho sentirla en el culo, aunque a partir del cuarto palmetazo empieza a picar exponencialmente... seis seguidos en el mismo cachete y me tienes retorciéndome de dolor y llorando. No me disgusta la pala en la cara... Amo me da suave, claro.

Aunque para la cara... siempre preferiré sus bofetadas. La cara de sádico de Amo mientras me abofetea y me escupe... no lo cambio por nada.



Los azotes en la espalda me gustan muchísimo, con el instrumento que sea... si intercala espalda y culo... uf!! 

El flogger en la espalda ha sido la gran sorpresa… me ha sacado dos orgasmos super fuertes. Excitación absoluta, igual que los varazos en el coño. Suaves y muy rápidos consiguieron que me corriese como una perra. He leído mucho sobre los orgasmos producidos por azotes. Por lo visto, cuando tienes el nivel del placer en un punto tan alto de dolor, el hecho de bajar la intensidad del golpe o sustituir el instrumento de castigo por uno más suave, hace que el cerebro lo traduzca como placer y reacciona como cuando me masturbo o me estimulo una zona erógena.

Aunque la estrella de mis orgasmos siempre será la mano de mi Amo. Ya no es sólo el placer del azote. Y el picor… Amo me pega muy duro con la mano cuando quiere. Es el componente morboso que tanto me pone… saber que mi culo o mi cara están sufriendo lo indecible… que me retuerzo de dolor… pero que a él también le pique la mano al golpearme, me hace sentir que en cierta manera tenemos un vínculo. Como las caricias… tú sientes y el otro siente… si luego de azotarme me acaricia la zona castigada… me lleva al cielo… Y ya si rolea de Amo Sádico… el placer es indescriptible.

Parte de la enorme excitación que estoy experimentando estos meses, aparte del placer que siento siendo sometida y que el propio dolor me proporciona, es el juego de rol en el que estamos Amo y arween.

Vivo del teatro y no me resulta incómodo rolear un personaje, sobre todo si ello conlleva un juego sexual. Y mi Amo es un rolero nato. Juega su papel a la perfección y se le ve cómodo.

Me mola esto del BDSM, porque estructura a partir de un orden establecido los instintos animales, crea jerarquías, modos de comportarse, rituales, reglas y castigos. Así tanto en dominante como el sometido mantienen un orden y se evitan abusos y maltratos.

Amo me impone sus normas. Yo acepto esas normas. Si cumplo… premio, si no… castigo.

Todo este rollo para qué? Para explicar por qué me excita tanto que mi Amo me abofetee hasta que le abrazo las piernas pidiendo clemencia. Para explicar que soy feliz siendo sometida a su voluntad. Y para que, de alguna manera, mi cerebro entienda por qué estoy orgullosa de tener las marcas de vara en el culo, y por qué soy feliz cuando tras una sesión no puedo mover la mandíbula o la espalda. Amo es mi dueño. Suyo mi cuerpo. Él se encarga de mi adiestramiento y de mi placer.

Si además fuera del rol adoras a la otra persona y confías plenamente en ella… el resultado es explosivo.

Creo que nunca había sentido ésto por nadie. Sé que Amo no quiere que me enamore de él, primero, porque no es práctico, y segundo, porque tal y como llevamos nuestras vidas esta historia nunca va a acabar con el fueron felices y comieron perdices, por muchas ilusiones que una tenga.

Pero, sabes qué? Que no me importa. Quiero experimentar esta experiencia al 100 % aunque algún día se acabe. No quiero desaprovechar la oportunidad de ser completamente feliz sólo porque pueda sufrir en un futuro.

Y hasta aquí la disertación del día… jeje.

Ahora viene la segunda parte de la sesión: los cincuenta varazos.

Estaba exhausta, agotada, tres orgasmos…y con el último había eyaculado como una fuente. Sudaba y lloraba a partes iguales.

Amo me ordena colocarme a cuatro patas.

- Vamos con los cincuenta?

Asiento despacio… dioooos cómo me va a doler… Confío en que el trabajo previo de mi Amo haga que me duela menos.

- Cuenta…

ZAAAS! Ostia!!! Duele muchísimo!!!

- Uno…

ZAAAAAS!!!! AUUU…mierda! Joder como pica…..

- Dos…

ZAAAS!!!! AAAU!!!….No podré soportar esto…

- ….tressss…. estás loca… como aceptas esto…?

- Cuentas??? NO TE OIGO CONTAR…- Me grita Amo al oído… ZAAAAAS!!!!

- AAAAUUU Cuatro, Amo!!!

Amo para un segundo para acariciarme con la vara… prepárate puta… que te queda un huevo…

ZAAAAASSS!!!! ZASSSSS!!!! Sigue Amo golpeando mi culo… A medida que van cayendo tengo más ganas de abandonar… si digo la palabra de seguridad todo acabará… pero me quedaré con hambre…. No. Hay que continuar.

A partir del número veinte comienzo a gatear instintivamente. ZAAASSS!!!! AAAUUU!!! Sal de ahí, mierda, por qué aguantas? Porque sé que en cuanto acabe querré más. Porque estoy empapada como una perra y porque quiero!

ZAAASSSS!!!!

- Treinta y cinco… - Me siento en el suelo de nuevo… tengo que sentarme y respirar Amo… me falta el aire y sollozo como una cría de diez años… el suelo es fresquito y mi culo me arde… Amo aguanta paciente… no soy capaz de mirarle. No le voy a dar mi rendición. No tan cerca…

Cuando considero que mi culo ya no recuerda el último varazo vuelvo a colocarme y a ofrecerme. Amo me acaricia el coño y la espalda con la vara… me excita muchísimo… se centra en acariciar el culo… vamos puta… que vienen más. ZAAAS!!!!

ZAAAAS!!!! AAAAU! Lloro…

- Cuarenta… aaauuu….

Sólo quiero que termine el suplicio…. Pero estoy tan excitada… tan al límite… y tan orgullosa de mi…

Vamos.. a por los diez últimos, zorra....

Una mierda eso que dicen que dejas de sentir!!! Amo no me dejó meterme en mi burbuja… seguí contando uno a uno, sintiéndolos… abriéndome las carnes… me abracé a sus piernas… acabemos con ésto…. Por favor… Amo siguió golpeando con la vara mi culo mientras aprieto con fuerza sus rodillas... cuarenta y siete… cuarenta y ochoooo…joder! Cuarenta y nueve…laostiaputa…

... Amo se toma un segundo... mieeerda

ZAAAAAASSSSS!!!!! AAAAAU!!!!.... diooos hijodeputaaaaa! Cincuenta!!!!

Ya está... nena. Me acaricia despacio… el culo, auuuu… la espalda…. me besa en la frente y me seca las lágrimas... Ya está, princesa…Se acabó. Me tumbé en el suelo boca arriba.. no paraba de llorar.... Intentaba volver a respirar con normalidad… Amo… Estaba empapada como nunca… Amo me metió la punta de la vara en la boca y jugué con ella con mi lengua… hijadeputa… lo que me has hecho pasar...

- Recoje todo ésto. Te espero fuera.- Se marcha.

Tardé bastante en reaccionar. Me quedé tumbada un rato en el suelo. Terminé de llorar lo que me quedaba. Tenía mucha tensión acumulada.

A los pocos minutos ya no me dolía el culo, ni las manos, ni los pies… curiosa sensación. Haber sido molida literalmente a palos y no recordar el dolor tan intenso de cada uno de los golpes que había recibido. Sólo el fresquito del suelo en mi espalda y en mi culo.



Me levanto despacio, quiero reunirme con mi Amo…

Tentada estuve de salir desnuda, pero me contuve. Tenía mucho calor y la ropa me estorbaba. Recogí todo y fregué bien el suelo.

Ahora unas cervecitas y pa casa.... 

Juas!!! No podía estar más equivocada. Aún quedaba Amo por satisfacerse con su puta.

Cuando llegué me estaba esperando con las cerves... gracias!!! Estuve contándole cómo me sentía... estaba empapada en sudor y conmocionada... no se... agitada, feliz!. A Amo por el contrario se le veía tan relajado....tan... satisfecho,  Amo es un mundo... estaba terminando de ver en el portátil una peli de coreanos en una batalla de barcos... no recuerdo bien, Amo, qué película era?.. 

Al rato de estar ahí sentados tengo una extraña sensación... es como si estuviera haciendo tiempo... aunque no sabía muy bien para qué. No quise preguntar. Amo sabe... yo sólo soy su puta. Si Amo se toma su tiempo es porque quiere hacerlo.

Empiezo a darle vueltas a la cabeza... por qué? Espera algo? Me llega una punzada en el estómago... Amo aún no me ha dado mi premio... 

Cuando Amo estima oportuno (ni siquiera había terminado la película) gira su silla hacia mí y se abre la camisa. Uuuuhhhh..... bien... me enciendo enseguida con ese gesto. Sé qué tengo que hacer. Me coloco de rodillas entre las piernas de mi Amo, pongo mi mejor cara de puta calientapollas, me humedezco bien los pulgares y le masajeo los pezones... Amo se va excitando. Le chupo uno de los pezones mientras le masajeo el otro. Con la mano que sobra le aprieto entre las piernas. Se le está poniendo dura.

No fué una buena idea meterle mano al paquete. Me separa brusco y me abofetea fuerte.

- Hazlo bien, coño!!

- Perdón... - volví a mi labor... esta vez la mano que me sobra la utilizo para rodearlo por la cintura.

Me aventuro a probar morderle un pezón suave... no siempre es buena idea, me arriesgo a que se enfade de nuevo. Parece que he dado en el clavo esta vez.. se está excitando más.. bien... 

Amo sádico entra en escena... me mira serio, se pone de pie. Yo sigo de rodillas esperando... Amo me aparta el pelo y me abofetea fuerte. Au... vuelve a darme... cada vez más fuerte, sin parar, los dos carrillos... Amo....! me estás retando? 


Se marcha... me quedo recuperando el aire.... me arde la cara. de pronto desde mi espalda y sin que me diera cuenta me agarra del pelo y me levanta. Me lleva al fondo del cuartito casi a rastras. Amo... me estoy encendiendo... uf!!

Me deja de pie y empieza a darme de nuevo en la cara... muy fuerte, muy seguido, con violencia... con saña... amo sádico está usando a su perra... Au amo!!! Para por favor... duele!. Pero Amo no escucha... sigue golpeando mi cara fuerte... yo escondo la cara... me encojo... dame un respiro Amo!... duele mucho!!!

Amo quiere que diga la palabra de seguridad... lo sé.. me está volviendo a llevar al límite... recuerda arween, adiestramiento... control del dolor. 

Quieres retarme? No pienso decir la palabra... aguantaré hasta mi límite... arween no tiene límite. Me permito el placer de medirme con él. Le ofrezco la cara... Au... golpea muy fuerte. pero no me importa.
Estoy furiosa con Amo... cambio los gemidos y la sumisión... y empiezo a gruñir. Cada vez más enfadada... Amo no para de pegar... No pienso decirla!. No he aguantado cincuenta varazos en el culo para soltar la palabra de seguridad por dos guantazos de mierda.

- DI LA PUTA PALABRA!!! ZAAAAS!!! más fuerte aún. Empieza a doler la mandíbula. La cabeza...

- NOOOOO NOOO NOOO!!!!!! Golpeo su pecho con mi cabeza... Me pego la cara a él... Amo... que bien hueles... necesito tiempo y aprovecho a restregarme con él... La cara me arde como nunca. Mierda mierda mierdaaaaaa......!!!!

De pronto me agarra fuerte del pelo.... me mira. Me acaricia...

- Buena chica... quieres que te folle?

- Si, por favor... - me sale un hilito de voz suave... 

- Túmbate.- Me quito el pantalón despacio, me tumbo en el suelo y abro mis piernas.

Que placer tan inmenso notar a mi Amo dentro... mirándome... le acariciaba la cara... empieza a venirme un orgasmo muy fuerte... los gemidos se agudizan.. si, si, Amo....

- Córrete.

Como si me hubieran abierto las compuertas empiezo a sentir un calor que sube por la base de la espalda... un pinchazo... me arqueo y exploto de puro éxtasis... Amoooo!
Sentí un hilito húmedo por la raja del culo hasta el suelo... 

Amo se ha puesto de pie... voy a por su orgasmo. No tuve que hacer mucho... Amo estaba a punto de correrse también. Preparo la boca y se corre dentro. Espero de rodillas su orden.

- Traga.- Obedezco.

Termino de limpiarle bien con la lengua, le ayudo a componerse el uniforme... le abrocho la camisa... se la remeto bien por el pantalón, el cinturón... me encanta ese momento.

Iba a decir... Te quiero... pero se me quedaba tan corto después de todo lo que había pasado esa noche... sólo me sale mirarle a los ojos y sonreirle.

- Satisfecha?

- Siiii! Y tu?

- Si... mucho...- Me desordena el flequillo sonriendo.- Vístete.

Y se vuelve a su puesto.

Me sequé el culo y el charquito del suelo,  y me vestí de nuevo. Vuelvo a donde se encuentra él.

- A casa, eh?- Me dice...

Me abraza.... y me mira orgulloso. Soy tan feliz...

- Hasta mañana.... - Le digo.

Le doy un beso suave en la mejilla.-

- Te quiero, tesoro... Te quiero mucho.

- Más te vale... - Me soríe.- Hasta mañana.


Y me marcho.


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