Una noche tranquila



Amo y yo cada vez vamos acoplando el rol a nuestra vida cotidiana juntos, cada uno por separado, y a la vez entre los dos. Ya no necesitamos sesionar ni prepararnos previamente para el dolor, sino que surge de manera espontanea, fluida, como una parte más de las conversaciones.

Cada vez hay menos distancia entre Laura y arween y Amo lo sabe, sabe que su perra lo es siempre y puede disponer de ella cuando y como quiera.

El dolor es parte de nuestra forma de expresarnos, de demostrarnos lo mucho que nos queremos y nos necesitamos. Amo siempre busca mi placer, dándome lo que me gusta con creces, a cambio yo me entrego, le sirvo y lo cuido como si de un artículo de lujo se tratase.

El miércoles Amo estaba tranquilo, en su silla, medio recostado, y yo a sus pies, en mi nuevo sitio, disfrutando de la compañía, viendo un programa super interesante sobre la Guerra Mundial, cuando sin más, se gira hacia mi y se desabrocha la camisa. Señal para que su zorra sepa cual es su trabajo.  Seeeeeh...

Desde donde estoy, ni siquiera de rodillas y estirando el cuello alcanzo a lamerle los pezones, así que me levanto y me inclino para poder hacer lo que mejor se me da, satisfacer a mi Señor.

Eso no debió gustarle mucho, Amo me empujó al suelo, me agarró del pelo y me abofeteó con mucha fuerza (Amo, soy yo o cada vez me das más fuerte?). A la quinta escondo la cara entre sus piernas.

- Levanta la cara, puta. Te he dicho yo que la apartes?



Obedezco lo más despacio que puedo sin que se note que estoy haciendo tiempo para que se me pase el ardor de la cara, pero apenas coloco mi cara enfrente de Amo me caen tres más seguidas bien fuerte. De la fuerza de la última bofetada se me gira la cabeza a un lado, justo en ese momento Amo aprovecha la inercia y me rebota uno más en la otra mejilla. Me sale un aullido de dolor... y empiezo a llorar. Amo me agarra la cara y se me acerca.

- No quiero oírte, puta. Como vuelvas a gritar te mando para casa, me oíste?

- No, por favor Amo... no gritaré... quiero más Amo, más...

Me suelta la cara hacia atrás y como si de una pelota de tenis se tratara, cuando me tiene a una distancia determinada coge inercia con el hombro y me suelta una ostia que me lanza hacia un lado. Me sale un gruñido del hígado... no voy a gritar... pero soy incapaz de interiorizar el dolor tan intenso que me provoca. Mieeerda!!! LLorando y con la cara ardiendo vuelvo a prepararme para seguir recibiendo.

Al tercer guantazo vuelvo a esconderme entre sus piernas... tengo mucho calor... Ardo, Amo... Aprovecho rápidamente antes de que reaccione y me quito de un solo movimiento la camiseta y la lanzo al suelo... cuatro segundos más ganados... Noto la sangre bombeando los carrillos y no paro de llorar.

- Haz tu trabajo, zorra. A ver si aprendes.

Se acabaron. Menos mal.... Amo, sí, aprendí. Nunca sobrepasar la cabeza de Amo. Las zorras siempre por debajo. Me incorporo poco a poco hasta que aún con las rodillas flexionadas llego a la altura del pecho de Amo. No puedo tener postura más incómoda... a ver lo que aguanto así. Me recuesto ligeramente en el pecho de Amo y con mi lengua lamo un pezón. Me humedezco el pulgar y jugueteo mientras tanto con el otro. Amo comienza a gemir y echa la cabeza para atrás... momento que aprovecho para colocarme el pelo y sin soltar el pulgar de su pezón me estiro y abro las piernas hasta quedarme a su altura. Menos mal que practiqué... no me quedaban muy abiertas, pero sin las prácticas no hubiera conseguido... Así estoy más cómoda y puedo seguir con mi labor.

Amo sigue gimiendo de gusto... me encanta darle placer. Jugueteo con el pezón... se pone duro... el olor de Amo me embriaga, me transporta... me acabo embobando en mi propio placer con la lengua...  apoyada en su pecho, olvidándome del mundo... error. No caigo en la cuenta de que Amo ha dejado de gemir...

Noto unos golpecitos en la parte alta del culo... Pero qué...? Amo me acaricia el culo con algo rígido... mierda, la porra. No puede ser otra cosa... miro disimuladamente hacia donde Amo suele tenerla... no está. Mieeerda. Prepárate, puta. Ésto te va a doler. Me abrazo a él. Amo me responde poniendo la mano que tiene libre en mi espalda, escondo mi cabeza en su axila... estoy preparada.

Golpecitos suaves.... ya conozco el procedimiento... una centésima de segundo de vacío... y el dolor. No escozor... no picor... la porra duele... y el dolor es largo... dura unos dos segundos tras el impacto, y es gradual, se intensifica. Es un dolor muuy curioso (recordatorio, hacer un capítulo de tipos de dolor).

- Qué haces qué no sigues chupando, puta? Y me da un golpe fuerte en el culo. Aaaau! Perdón Amo... vuelvo a mi trabajo.

Cayeron sobre la parte alta del culo unos cuatro o cinco, de distintas intensidades... cada vez que dejaba de notar los golpecitos, sabiendo lo que me venía después, apretaba mis labios al pezón de Amo... Ahí viene AAAAAAHHHH!!! Mierda... no quisiera morderle por la tensión. Lo que me faltaba!

El último fue tan fuerte que me hizo doblarme y agarrarle la camisa con todas mis fuerzas.... Ñññññññmmmmieeerda....!!!

Amo me relaja con golpecitos suaves por todo el culo... no puedo bajar la guardia... con Amo sádico no se baja jamás la guardia... sigue con los golpecitos por la espalda... au.. cada vez son más fuertes, pero no duelen... intensos si... y tras un ratito empezaban a doler. Amo jugaba con su zorra... sabe que eso me tiene alerta y le gusta que esté así... sube por los hombros... tsss au... el cuello... me levanta la cara por la barbilla y comienza a darme golpecitos por la cara,... la mandíbula... tengo miedo... Amo juega y sonríe... cabrón... como me pone esa cara de sádico. Sigue con el juego... las cejas de nuevo... duele Amo... por favor cuidado.... no me des fuerte en la cara con la porra... Amo... las marcas... pero Amo no me oye... sólo estoy mirándole con miedo... y él disfruta con el espectáculo. Au... aaaah... Amo controla el limite del dolor... au... de nuevo a golpecitos va recorriendo mi cara hueso por hueso... la barbilla.. la nariz... hasta que gruño de dolor y escondo la cara en sus piernas. Me arde como nunca...

- Auu... duele Amo... para, por favor.... lloro con la cara aun escondida.

Amo me levanta la cabeza y me acaricia la cara. Vuelve a mirarme serio. Me agarra del pelo y se levanta. Me lleva al fondo de la habitación y me apoya en la pared agarrándome el cuello. Acaba dándome más bofetadas... jo.. gracias... me relajan del dolor de la porra.

Me empuja hacia abajo para que me arrodille.

- Abre la boca.

Obedezco diligente y espero a que Amo se saque mi premio... no tiene prisa... como siga así abierta un poco más comenzaré a babear... Te gustaría verme babear por esperar tu premio, Amo?


Amo pega mi cabeza a la pared y me folla la boca con fuerza. Está duro, eso es que he sido buena perra... jeje... me ahoga con la polla hasta que toso fuerte y golpeo la pared. Me da apenas un segundo para coger aire y vuelve a metérmela hasta el fondo. Agunta un par de envestidas mas. Noto que se hincha mucho. Va a correrse...

- Siiii... puta. Prepara tus tetas.

me saco las tetas del sujetador y las expongo a mi Amo con la boca abierta y la lengua afuera. Amo se corre bien fuerte y me cae en la cara, las tetas y el pelo... me encanta Amo... gracias.

- Buena chica... Ahora pa casa... y sin entretenerse eh?

- No Amo... A casita.

De camino a mi casa, en el coche, estaba super alerta, me dolía mucho la cara... Me dolía la mandíbula al abrir la boca. Esta vez seguro que me queda alguna marca, ya verás... cómo explico mañana en el curro...

En cuanto llegué a casa fui al baño lo primero a mirarme al espejo... ni una sola marca... eso si, la cara roja como un tomate y dos principios de cardenales en la parte alta del culo... pero esos eran tan bonitos... Pero mi cara libre de moratones o golpes... jo, Amo... cómo lo haces???

Al día siguiente me desperté con un ligero punto de tono verde en una ceja... nah. Un poquito de maquillaje y como nueva. Amo admiro como lo haces, en serio. Gracias gracias gracias.

Jo Amo... te adoro. Creo que esta vez si llegamos al límite con la cara. no? Ya no por dolor... que sé que podría aguantar más... pero las marcas en la cara son un límite que no puedo cruzar. Cómo se explicaría...? Quién lo entendería... ? Qué curioso todo esto... verdad?


Amo... te quiero.

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